Un juez bloquea las restricciones de ciudadanía por nacimiento de Trump en el tercer fallo desde la decisión del Tribunal Supremo

Un juez federal impidió el viernes que el gobierno de Trump pusiera fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento para los hijos de padres que están en Estados Unidos sin autorización, emitiendo el tercer fallo judicial que bloquea la orden de derecho de nacimiento a nivel nacional desde una decisión clave de la Corte Suprema en junio.

El juez federal de distrito Leo Sorokin, junto con otro tribunal de distrito y un panel de jueces de apelación, determinó que una orden judicial de alcance nacional otorgada a más de una docena de estados sigue vigente en virtud de una excepción al fallo de la Corte Suprema. Esta decisión restringió la facultad de los jueces de tribunales inferiores para emitir órdenes judiciales de alcance nacional.

Los estados han argumentado que la orden de ciudadanía por nacimiento de Trump es manifiestamente inconstitucional y amenaza con millones de dólares en servicios de seguro médico que dependen de la ciudadanía. Se espera que el asunto regrese rápidamente al tribunal supremo del país .

La portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson, dijo en un comunicado que la administración esperaba “ser reivindicada en la apelación”.

El fiscal general de Nueva Jersey, Matthew Platkin, quien ayudó a liderar la demanda ante Sorokin, dijo en una declaración que estaba “encantado de que el tribunal de distrito haya prohibido nuevamente que la orden flagrantemente inconstitucional de ciudadanía por derecho de nacimiento del presidente Trump entre en vigencia en cualquier lugar”.

“Los bebés nacidos en Estados Unidos son estadounidenses, como lo han sido en cualquier otro momento de la historia de nuestra nación”, añadió. “El presidente no puede cambiar esa norma legal de un plumazo”.

Los abogados del gobierno habían argumentado que Sorokin debería limitar el alcance de su fallo anterior que otorgaba una orden judicial preliminar, diciendo que debería “adaptarse a los supuestos daños financieros de los estados”.

Sorokin afirmó que un enfoque fragmentado para la orden de derecho de nacimiento no protegería a los estados, en parte porque un número considerable de personas se desplaza entre ellos. También criticó duramente a la administración Trump, afirmando que no había explicado cómo funcionaría una orden judicial más restrictiva.

Es decir, nunca han abordado qué hace viable o viable una propuesta, cómo las agencias demandadas podrían implementarla sin imponer cargas administrativas o financieras significativas a los demandantes, ni cómo se ajusta a otras leyes federales pertinentes —escribió el juez—. De hecho, han calificado estas cuestiones como irrelevantes para la tarea que el Tribunal está llevando a cabo. La postura de los demandados al respecto contradice tanto la ley como la lógica.