Se insta a los turistas estadounidenses que viajan al extranjero este verano a proteger sus etiquetas de equipaje, ya que los estafadores han comenzado a usar etiquetas desechadas en los contenedores de basura de los aeropuertos para presentar reclamaciones falsas por pérdida de equipaje. Esta creciente estafa no solo retrasa la compensación real para los viajeros cuyas maletas se pierden realmente, sino que también aumenta el riesgo de robo de identidad, ya que la información de las etiquetas de equipaje puede utilizarse para suplantar la identidad de los pasajeros y explotar los sistemas de las aerolíneas.
Se insta a los turistas que salen este verano a mantenerse alerta tras una creciente estafa relacionada con etiquetas de equipaje desechadas que comenzó a afectar a viajeros en aeropuertos internacionales. Con la fuerte recuperación de los viajes en 2025, los estafadores se aprovechan de pasajeros desprevenidos que retiran y tiran sus etiquetas de equipaje demasiado pronto, exponiéndose a usurpación de identidad y a reclamaciones falsas de indemnización.
Los informes del personal del aeropuerto indican que los estafadores han estado monitoreando las áreas de recogida de equipaje y los contenedores de basura, recogiendo las etiquetas que los viajeros desechan dentro de las terminales. Una vez en posesión de dichas etiquetas, los estafadores utilizan los datos impresos para presentar informes fraudulentos de objetos perdidos. Estos informes suelen incluir detalles como números de vuelo, nombres de los pasajeros, códigos de seguimiento de equipaje e itinerarios; información que puede explotarse para reclamar reembolsos por objetos que nunca se perdieron.
Los sistemas de las aerolíneas, diseñados para ayudar a los clientes legítimos a recuperar o reclamar sus pertenencias perdidas, se enfrentan ahora a una avalancha de solicitudes fraudulentas. En muchos casos, estas reclamaciones falsas retrasan la tramitación de las reales, lo que hace que las víctimas tengan que esperar más tiempo para obtener una resolución o una indemnización.
Según el personal de primera línea del aeropuerto, el patrón es claro: individuos haciéndose pasar por otros viajeros esperan cerca de las zonas de recogida de equipaje y vigilan a quienes retiran las etiquetas de sus maletas en público. Una vez que una etiqueta se tira o se olvida, el estafador la recopila y utiliza los datos para hacerse pasar por el pasajero al solicitar un reembolso.
Según los expertos, la mejor defensa es la prevención. Los viajeros deben mantener las etiquetas de su equipaje bien sujetas hasta que salgan del aeropuerto y solo retirarlas cuando se encuentren en un espacio privado, como un hotel o su domicilio. Al retirar las etiquetas, deben desecharlas con cuidado, idealmente triturándolas o rompiéndolas, para evitar la extracción de datos.
La información impresa en las etiquetas de equipaje de las aerolíneas modernas contiene mucho más de lo que la mayoría de los pasajeros cree. Los códigos de barras y los números de serie suelen estar vinculados directamente a los sistemas de venta de billetes, lo que permite acceder a nombres, historiales de vuelo y más. Los estafadores que obtienen estas etiquetas pueden extraer la información suficiente para presentar una reclamación convincente bajo la identidad de otra persona.
En muchos casos, estos informes falsos parecen legítimos a primera vista. El personal de la aerolínea debe investigar, lo que retrasa la asistencia a los viajeros reales cuyas maletas podrían estar realmente extraviadas o dañadas. El problema se ha agravado con el aumento de la demanda de viajes en todo el mundo, lo que aumenta la presión sobre las operaciones de las aerolíneas, ya de por sí sobrecargadas durante los meses de verano.
Esta estafa es solo la última de una serie de amenazas que enfrentan los viajeros al viajar al extranjero. Una encuesta reciente realizada por una importante plataforma de comparación de viajes reveló otras trampas comunes que siguen costando tiempo y dinero a los turistas. Entre ellas, los viajes en taxi a precios excesivos siguen siendo la estafa más denunciada.
El estudio reveló que el 32 % de los viajeros internacionales fueron víctimas de sobreprecios en viajes en taxi, especialmente al llegar a ciudades extranjeras donde las tarifas locales son confusas o no están reguladas. En promedio, los viajeros reportaron pérdidas de £17 por viaje debido a tarifas infladas o prácticas deshonestas de los taxistas.
Las tácticas comunes incluyen reclamar tarifas fijas que superan con creces el precio real del taxímetro, tomar rutas más largas o usar taxímetros manipulados. A los turistas que no conocen la geografía local a menudo les resulta difícil reclamar la tarifa, especialmente cuando están cansados después de largos vuelos o de navegar por aeropuertos desconocidos.
Para reducir el riesgo de estafa, los expertos recomiendan encarecidamente reservar el transporte con antelación. Reservar un taxi o un traslado a través de un hotel o una aplicación de transporte de confianza puede ayudar a garantizar una tarifa justa y preacordada, además de añadir un nivel de seguridad al ofrecer funciones de seguimiento y atención al cliente.
Además de los taxis y las etiquetas de equipaje, también se advierte a los viajeros que tengan cuidado con el creciente número de distracciones que utilizan los carteristas en zonas turísticas concurridas. Las técnicas de distracción, como espectáculos callejeros repentinos, personas que fingen pedir ayuda o choques deliberados, pueden brindarles a los ladrones la oportunidad perfecta para robar carteras, teléfonos y pasaportes.
Otra tendencia alarmante es el uso de dispositivos de clonación de tarjetas en cajeros automáticos, lo que ha provocado fraudes con tarjetas y robos financieros. Se recomienda a los turistas evitar los cajeros automáticos en la calle y, en su lugar, retirar efectivo de las máquinas ubicadas en bancos u hoteles de buena reputación. Antes de insertar sus tarjetas, deben inspeccionar la máquina para detectar cualquier elemento inusual o indicios de manipulación.
Con el auge del tráfico internacional de pasajeros, especialmente en Asia-Pacífico, donde las aerolíneas experimentaron un aumento del 9,5 % en los viajes durante los primeros cinco meses de 2025, los riesgos aumentan junto con las recompensas de viajar. A medida que los destinos se vuelven más concurridos, los estafadores encuentran más oportunidades para mezclarse con las multitudes y se dirigen a quienes se distraen con la emoción de su viaje.
Los expertos en seguridad en viajes advierten que incluso pequeños pasos pueden marcar una gran diferencia. Guardar las etiquetas del equipaje, reservar el transporte con prudencia, evitar las redes wifi públicas para transacciones sensibles y mantenerse alerta en entornos desconocidos puede reducir significativamente la probabilidad de ser víctima.
Aunque la mayoría de las vacaciones transcurren sin contratiempos, el estrés y el coste de ser víctima de una estafa pueden arruinar un viaje que, de otro modo, sería perfecto. El objetivo no es viajar con miedo, sino viajar informado. Conocer las tácticas que usan los estafadores e ir un paso por delante puede garantizar un viaje sin estrés y seguro.
Se advierte a los turistas estadounidenses que vuelan al exterior este verano que protejan las etiquetas de su equipaje, ya que los estafadores están usando etiquetas descartadas de los contenedores del aeropuerto para presentar reclamos de equipaje falsos, retrasando la compensación real y arriesgándose al robo de identidad.
Así que, antes de tu próximo vuelo, recuerda: guarda las etiquetas de tu equipaje en un lugar seguro, planifica tu transporte con antelación y presta atención a tu entorno. Un poco de precaución en el aeropuerto puede evitar muchos problemas en el futuro.