El Reino Unido, Estados Unidos, Tailandia y Camboya se enfrentan a un creciente caos turístico y una creciente preocupación, en medio de los continuos combates nacionalistas en la frontera entre Tailandia y Camboya. El estallido de violencia ha llevado a varios países a emitir alertas de viaje, lo que perjudica el turismo y los planes de viaje al extranjero. Thai AirAsia, en particular, ha estado luchando, incluso con un aumento de la población tailandesa en Camboya, a pesar de las disputas latentes. Las autoridades de ambos países, junto con organismos internacionales, han estado cooperando para abordar el problema de la seguridad, reforzando la protección y tranquilizando a los turistas, así como para contener los efectos extremos en la industria turística de la región. El creciente problema pone de relieve las complejas presiones locales que enfrentan estos países, mientras intentan mantener las rutas de viaje abiertas y seguras tanto para los turistas nacionales como para los visitantes.
Las agencias de viajes chinas han tomado la iniciativa de contactar a los operadores turísticos tailandeses en relación con los conflictos en curso en la frontera entre Tailandia y Camboya, lo que ha suscitado preocupación sobre cómo estas tensiones podrían afectar los planes de viaje de sus clientes. Estos acontecimientos se producen en un momento en que Thai AirAsia ha observado un aumento significativo en el número de pasajeros tailandeses que reservan vuelos a ciudades camboyanas, lo que indica un cambio en los patrones de viaje en medio de la crisis.
Los enfrentamientos, que estallaron el jueves y causaron la muerte de al menos 13 civiles tailandeses, llevaron a varios países a emitir alertas de viaje para sus ciudadanos. Entre los países que emitieron alertas se encontraban el Reino Unido y Estados Unidos, que recomendaron a los viajeros evitar las regiones fronterizas de las provincias de Buri Ram, Si Sa Ket, Surin y Ubon Ratchathani. Esta alerta agravó la creciente preocupación de los viajeros internacionales por la seguridad en la región.
En respuesta a estas preocupaciones, la Autoridad de Turismo de Tailandia (TAT) actuó con rapidez para tranquilizar a la población. La TAT recalcó que garantizar la seguridad de los turistas sigue siendo la máxima prioridad para las autoridades tailandesas. Como parte de sus esfuerzos, la TAT emitió recomendaciones a los viajeros para evitar ciertas zonas en siete provincias del este y noreste de Tailandia, entre ellas Sa Kaeo, Chanthaburi y Trat.
A pesar de la situación, los expertos en turismo reconocen que es probable que los disturbios afecten al sector turístico tailandés durante lo que resta del año. Sin embargo, la magnitud de este impacto dependerá en gran medida de la duración del conflicto. La situación sigue siendo inestable, y la incertidumbre sobre la duración de los enfrentamientos genera incertidumbre entre los operadores turísticos sobre la magnitud de la perturbación.
Para abordar las preocupaciones de los turistas internacionales, especialmente de China, la Asociación de Agentes de Viajes Tailandeses (ATTA) ha organizado una gira por China para promocionar Tailandia como un destino seguro. La gira, que visitará Chongqing, Lanzhou y Hangzhou la próxima semana, busca disipar la desinformación sobre la situación y asegurar a los turistas chinos que Tailandia sigue siendo un destino turístico acogedor y seguro. Además de brindar tranquilidad, la gira destacará los beneficios de unirse al programa de estímulo del gobierno tailandés, cuyo objetivo es fomentar una mayor participación de los operadores turísticos en el sector.
El gobierno se ha fijado el ambicioso objetivo de atraer a 5 millones de turistas chinos este año, y los líderes del sector han enfatizado que será necesario intensificar los esfuerzos para alcanzar esta meta. Reconocen que alcanzar esta meta se está volviendo cada vez más difícil a raíz de los enfrentamientos fronterizos y la creciente preocupación entre los potenciales viajeros.
A nivel local, los operadores turísticos también han tomado medidas para abordar la situación. Un operador turístico en Ubon Ratchathani informó que un grupo de más de 20 turistas nacionales había optado por mantener sus reservas para la semana siguiente, a pesar de expresar preocupación por la seguridad de la región. Estos turistas solicitaron aclaraciones sobre la situación, indicando la necesidad de una comunicación clara e información actualizada.
Es importante señalar que muchos de los destinos turísticos más populares de Ubon Ratchathani, como el río Mun y el Parque Nacional Pha Taem, no se encuentran cerca de la frontera con Camboya. Sin embargo, la proximidad de algunas atracciones a la frontera con Laos ha suscitado dudas sobre el posible impacto en el turismo de la zona. Si bien la situación permanece bajo observación, los operadores turísticos han sido proactivos al tranquilizar a los turistas que siguen mostrando interés en visitar la región.
El año pasado, Ubon Ratchathani recibió 3,8 millones de visitantes, lo que aportó 9.100 millones de baht en ingresos a la economía local. Esto pone de relieve la importancia de mantener el turismo en la zona, especialmente para la economía local, que depende en gran medida de los visitantes. A pesar de los desafíos actuales, los operadores turísticos de la región mantienen la esperanza de que el conflicto remita y que el número de visitantes se normalice.
Mientras tanto, el número de turistas camboyanos que visitan Tailandia ha disminuido drásticamente. Al 24 de julio, las llegadas desde Camboya habían disminuido un 27 % en comparación con el año anterior, con solo 229 240 visitantes camboyanos registrados. Esta disminución forma parte de una tendencia más amplia de reducción de los viajes regionales, y la preocupación por los disturbios en curso probablemente contribuya a esta reducción en el número de turistas.
En un avance positivo para Thai AirAsia, la aerolínea ha reportado un sólido desempeño en sus rutas a Phnom Penh y Siem Reap. Cada una de estas rutas opera dos vuelos diarios, y durante el primer semestre de 2025, estos vuelos mantuvieron altos índices de ocupación, con un 80% en Phnom Penh y un 90% en Siem Reap. Entre el 21 y el 25 de julio, la aerolínea experimentó un aumento significativo en el número de pasajeros tailandeses, lo que la llevó a modernizar su flota con la implementación de aviones Airbus A321neo de mayor tamaño, con capacidad para 236 asientos, en reemplazo de los Airbus A320 de menor tamaño. Este ajuste fue necesario para satisfacer la mayor demanda de vuelos durante este período de mayor actividad turística.
A pesar de las dificultades en la región, Thai AirAsia se ha mantenido comprometida con garantizar un servicio consistente y confiable. La aerolínea aseguró a sus clientes que todos los vuelos siguen operando según lo programado sin interrupciones, lo que garantiza que los viajeros puedan confiar en la aerolínea para sus necesidades de viaje. La capacidad de Thai AirAsia para adaptarse a las cambiantes demandas de los pasajeros y su compromiso con el mantenimiento de un horario de vuelos regular reflejan la resiliencia de la industria aérea ante los desafíos externos.
El Reino Unido, Estados Unidos, Tailandia y Camboya se enfrentan a una creciente amenaza de interrupciones en los viajes tras el reciente recrudecimiento de los enfrentamientos fronterizos entre ambos países, lo que ha generado alertas de viaje y un aumento de la preocupación de los pasajeros. A pesar de estas condiciones adversas, Thai AirAsia continúa cumpliendo su parte para brindar un servicio a los pasajeros que confían en ella.
Mientras la crisis evoluciona, la Autoridad de Turismo y los agentes operadores trabajan conjuntamente para mitigar los efectos del turismo tailandés. No parece haber una solución inmediata, pero se siguen realizando esfuerzos para llegar a los turistas extranjeros y locales y garantizarles su seguridad. El sector turístico se muestra cautelosamente optimista respecto a que, con un enfoque proactivo y una comunicación clara, la situación mejorará y Tailandia seguirá siendo un destino predilecto para personas de todo el mundo.