El otrora imponente sueño del acuario de Roma ahora se enfrenta al colapso a medida que los problemas financieros y la agitación legal lo alejan aún más de convertirse en la atracción turística definitiva.

El tan esperado proyecto del acuario de Roma, concebido en su día como una importante atracción turística, está al borde del colapso. A pesar de casi dos décadas de construcción, enfrenta importantes dificultades financieras y constantes litigios, lo que deja su futuro en la incertidumbre. El proyecto, que pretendía atraer a millones de turistas a la capital italiana, tiene dificultades para conseguir los fondos adicionales necesarios para su finalización. Con los crecientes retrasos y el estancamiento de las negociaciones de inversión, el potencial del acuario para convertirse en un destino clave para los visitantes disminuye rápidamente, lo que pone en duda su viabilidad como atracción destacada en el panorama turístico de Roma.

El esperado proyecto del acuario de Roma, diseñado para atraer a millones de visitantes, está al borde del fracaso tras dos décadas de construcción. Con dificultades financieras, conflictos legales en curso y negociaciones estancadas para obtener más inversiones, el proyecto necesita urgentemente 20 millones de euros adicionales para completarse. Estos prolongados retrasos ponen en peligro su lanzamiento, dejando su futuro en la incertidumbre, ya que los posibles socios se mantienen cautelosos ante las dificultades financieras pendientes.

El Acuario de Roma estaba previsto para abrir este año, con el objetivo de ofrecer a los millones de visitantes que acuden a la ciudad una atracción moderna, más allá de sus famosos monumentos históricos e iglesias históricas. Sin embargo, se ha convertido en un caso de estudio sobre los desafíos de ejecutar grandes proyectos de construcción en la era moderna.

Los bancos italianos Intesa Sanpaolo y UniCredit aún mantienen una participación mínima en el proyecto, que atraviesa dificultades, a pesar de haber amortizado previamente el 95% de su exposición crediticia durante una reestructuración anterior. Sin embargo, los esfuerzos para conseguir nueva financiación de inversores, incluida la firma londinense de activos en dificultades Zetland Capital, se han estancado durante años, según revelan documentos de la empresa obtenidos por Bloomberg. Este prolongado estancamiento no hace más que acentuar la incertidumbre sobre el futuro del proyecto.

Ubicado en el distrito EUR de Roma, un barrio conocido por su monumental arquitectura de la época fascista, el proyecto del acuario lleva casi dos décadas en construcción. Si no se inaugura pronto, podría colapsar. Los posibles socios esperan hasta obtener financiación.

La instalación de 13.000 metros cuadrados (139.930 pies cuadrados), que pretende albergar más de 100 especies marinas, ya ha costado más de 100 millones de euros (117 millones de dólares estadounidenses). Sin embargo, se requieren al menos otros 20 millones de euros para resolver sus problemas financieros y completar la construcción, según se indica en los documentos corporativos.

El estancamiento prolongado y la dificultad para conseguir nuevas inversiones ponen de relieve los desafíos que enfrentan los proyectos de construcción ambiciosos, especialmente cuando las relaciones con las autoridades locales se tensan, creando un ciclo de problemas legales que impiden inversiones críticas.

A pesar de las mejoras en el sistema judicial italiano para agilizar los procesos litigiosos y de insolvencia, estos siguen siendo más lentos en comparación con otras economías importantes, lo que genera preocupación entre los inversores internacionales, incluso en situaciones de crisis.

El concepto del acuario se concibió a principios de la década del 2000, cuando una familia local dedicada al desarrollo inmobiliario obtuvo la concesión para construir y operar el sitio durante 30 años. Sin embargo, una serie de retrasos, contratiempos y crecientes deudas han impedido que el proyecto se materialice. Los promotores esperaban inaugurar el acuario a tiempo para el Jubileo Católico, que se espera atraiga a 30 millones de peregrinos a Roma, pero ahora parece improbable que logren este objetivo.

Las conversaciones con un posible inversor, Zetland, llegaron a un punto muerto cuando se pidieron garantías sobre la extensión del contrato del desarrollador, que vence en 2039. La entidad de gobierno local ha indicado que consideraría extender el contrato por nueve años, pero ha incluido condiciones, entre ellas exigir a los desarrolladores que se asocien con empresas con mayor respaldo financiero y más experiencia en la gestión de acuarios.

Costa Edutainment, que gestiona el acuario más grande de Italia en Génova, ha expresado su interés en gestionar el recinto una vez que se resuelvan los problemas financieros. Anteriormente, Merlin Entertainments, operador global de parques de ocio y atracciones, se retiró de una alianza similar.

Si bien los promotores han mostrado optimismo sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo legal con la entidad gubernamental local, la demanda sigue en curso. Existe una creciente duda sobre la capacidad del acuario para abrir en 2025, y un comunicado señala que es improbable que se inaugure durante el año del Jubileo, incluso con un nuevo socio.