Una enorme floración de algas tóxicas que azotó la costa de Australia Meridional ha sido declarada desastre natural por el primer ministro estatal, Peter Malinauskas. El brote ha tenido efectos devastadores en la biodiversidad marina y ha afectado gravemente a los sectores turístico y pesquero local. La floración, identificada por primera vez en marzo, se ha extendido a una amenazante extensión de 4.500 kilómetros cuadrados , amenazando seriamente el medio ambiente y la economía.
Impacto catastrófico en los ecosistemas marinos
La floración de algas nocivas, principalmente resultado de la rápida proliferación del alga Karenia mikimotoi, ha provocado la muerte masiva de animales en el mar. Más de 400 especies marinas sufrieron una mortandad masiva debido a los efectos de la floración, según las autoridades ambientales. El alga, conocida como Karenia mikimotoi, causa estragos en el medio marino, afectando las branquias de los peces e incluso absorbiendo el oxígeno del agua al morir, lo que desencadena una cadena de destrucción ecológica.
Anuncio
Los informes públicos de iNaturalist muestran 13.850 animales marinos muertos, incluidos tiburones, rayas e innumerables invertebrados, lo que resalta la magnitud de este desastre ambiental.
Consecuencias económicas: el turismo y la pesca quedaron diezmados
Además de la devastación ambiental, las economías locales que dependen del turismo y la pesca comercial se han visto afectadas por la proliferación de algas. Las granjas de ostras y mejillones han cerrado temporalmente debido a los venenos transmitidos por el agua asociados a las algas, lo que amenaza la subsistencia de los negocios locales que dependen de estas industrias.
El turismo, un motor clave de las comunidades costeras regionales del sur de Australia, también ha sufrido, ya que los visitantes potenciales evitan visitar un área que creen que es un lugar de trabajo que les preocupa que sea un riesgo para la salud y que ya no ofrece el atractivo de la belleza escénica.
El aumento de las temperaturas oceánicas agrava la crisis
Las autoridades ambientales afirman que la gravedad de la floración se debe al aumento de las temperaturas oceánicas asociado al cambio climático. La zona ha estado afectada por una ola de calor marina desde 2024, con temperaturas del mar alrededor de 2,5 grados Celsius más altas de lo normal . Este calentamiento sin precedentes también ha creado condiciones propicias para el crecimiento excesivo de algas, lo que no solo agrava la floración, sino que la prolonga.
Acción gubernamental inmediata y agendas clientelistas
El primer ministro Malinauskas anunció un paquete de financiación de 14 millones de dólares para combatir la crisis , que será igualado por el gobierno federal, lo que eleva la ayuda total a 28 millones de dólares . El dinero se destinará a una limpieza a gran escala (45%); a la investigación centrada en las algas (45%); y al programa de ayuda empresarial Save Our Water (10%).
El ministro federal de Medio Ambiente, Murray Watt, evitó calificar el evento ambiental de desastre nacional y afirmó que se tomaba en serio el resultado. Esta declaración liberaría más recursos federales y ampliaría el apoyo para abordar esta terrible situación.
Medidas preventivas y mitigantes a largo plazo
Los expertos también impulsan planes más amplios a largo plazo, argumentando que los esfuerzos para abordar las influencias climáticas subyacentes que provocan olas de calor marinas y floraciones tóxicas serían más eficaces. Las medidas urgentes podrían incluir el refuerzo de los mecanismos de vigilancia, el aumento de la capacidad predictiva y la promoción de la acuicultura sostenible para mantener y apoyar la biodiversidad marina y el bienestar económico.
Se reconoce que el trabajo integrado con las comunidades locales, la industria y los científicos ambientales es fundamental para desarrollar estrategias de gestión adaptativa para abordar los riesgos constantes que plantean los fenómenos marinos impulsados por el clima.
Una ciudad y un campo en crisis
La situación ambiental se agrava cada vez más, sin que se vislumbre un fin a la contaminación. Ciudadanos locales y líderes industriales se manifiestan consternados por los efectos a largo plazo de la catástrofe. La apremiante importancia de la intervención gubernamental a largo plazo y de enfoques ambientales innovadores nunca ha sido más evidente.
La crisis de proliferación de algas tóxicas en Australia del Sur es una llamada de atención ante la urgente colisión entre la salud ambiental, la economía y la acción climática, que exige respuestas holísticas e integradas para proteger nuestros ecosistemas oceánicos y los medios de vida de nuestras comunidades.