Verano de mal olor: Dentro del conflicto laboral de la basura en Estados Unidos

Bolsas de basura desbordadas en los contenedores. Moscas zumbando en el aire. Vapores malolientes flotando bajo el sol de verano: un desastre desagradable está plagando las ciudades estadounidenses de costa a costa este verano.

Algunos empleados de Republic Services (una empresa privada de gestión de residuos perteneciente a Fortune 500 y con contratos municipales en todo Estados Unidos) se han negado a sacar la basura desde que se declararon en huelga hace más de tres semanas.

El sindicato de camioneros, que representa a los trabajadores de la empresa, afirma que cobran salarios muy inferiores a los de otros trabajadores de saneamiento y reciben peores prestaciones. Pero la empresa afirma que el sindicato no está dispuesto a ceder, y que mientras las relaciones se deterioran, también lo hace la basura.

La huelga comenzó el 1 de julio con el sindicato Local 25, que atiende a 14 comunidades del área metropolitana de Boston, y se extendió a varias otras ciudades de EE. UU.: Manteca, California; Ottawa, Illinois; Cumming, Georgia; y Lacey, Washington. Más empleados pararon sus labores en solidaridad.

“El costo de vida es alto; con lo que ofrecen no podría vivir ni un mes”, dijo Mike Ortiz, un camionero de Malden, Massachusetts, que ha trabajado en la industria durante 17 años.

En su punto álgido, más de 2000 recolectores de basura en todo el país no estaban trabajando, lo que afectó a millones de estadounidenses. Si bien Republic y el sindicato han resuelto algunas disputas locales, muchos trabajadores aún resisten.

Las huelgas por residuos tocan una fibra sensible
En la ciudad costera de Gloucester, aproximadamente a una hora al norte de Boston, el penetrante olor a aire salado ha sido socavado por el persistente hedor a basura podrida y las gaviotas que graznan y vuelan en círculos sobre sus cabezas.

“Quiero decir, si esto ocurriera en noviembre o diciembre, no se notaría tanto el olor”, dijo a la Greg Vargas, alcalde de la ciudad.

Se ha convertido en una gran molestia para el alcalde, que ha unido fuerzas con otras cinco ciudades para demandar a Republic por incumplimiento de contrato.

“Cuando nos hablaban antes de la huelga, nos dijeron: ‘No se preocupen, somos una empresa nacional. Tendremos personal disponible y nos encargaremos de todo'”, recordó. “Eso no se ha cumplido desde el primer día”.

Mientras tanto, Republic Services ha demandado a los Teamsters, acusándolos de participar en un comportamiento ilegal.

“El patrón de comportamiento delictivo de los Teamsters -incluyendo el robo de camiones, el pinchazo de neumáticos, el rociado de productos químicos a los conductores y el discurso de odio- demuestra la preferencia del sindicato por el caos en lugar del compromiso”, dijo la empresa en un comunicado.

El sindicato niega las acusaciones.