Un momento sagrado en un oasis seco: la mejor fotografía de M’Hammed Kilito

IViajé a Merzouga, en el este de Marruecos , hace tres años con la esperanza de fotografiar unos dibujos y escritos murales que había visto allí antes: marcas que indicaban la distancia en camello desde el pueblo hasta Tombuctú, en Mali. Pero cuando llegué, las marcas habían desaparecido. Ante esta ausencia, me encontré buscando una nueva historia, algo imprevisto.

Mustapha fue mi guía ese día. Al principio, me llevó por los típicos senderos turísticos, que no encajaban con mis intereses fotográficos. Luego sugirió que exploráramos las dunas. Al principio, tampoco me interesaban especialmente, pero entonces nos topamos con un viejo pozo. Preparé mi cámara, una Hasselblad 500 de 1972, y mi trípode. Cuando empecé a fotografiar el pozo, Mustapha se adelantó, instintivamente inclinándose para mirar dentro. No lo había imaginado en la foto, pero no me prestó atención. Ese gesto espontáneo —en parte ritual, en parte desesperación— transformó la escena por completo. La sentí sagrada, como si estuviera rezando por el regreso de algo esencial: el agua.

Este momento imprevisto encapsula la esencia de mi proyecto más amplio, Antes de que se vaya: la fragilidad de los ecosistemas, la lucha humana por la supervivencia, la silenciosa persistencia de la memoria ante la pérdida ambiental. Comencé el proyecto en 2018, impulsado por mi creciente conciencia de los dramáticos cambios que estaban experimentando los entornos de los oasis en Marruecos. Empecé a observar patrones: el aumento de las temperaturas, la disminución de las fuentes de agua, el abandono de los palmerales y el creciente éxodo rural. Lo que una vez fue fuente de vida y resiliencia para comunidades enteras se estaba desvaneciendo lentamente. Sentí la urgente necesidad de documentar esta transformación, no solo ecológica, sino también social y cultural.

La gente se ve obligada a abandonar los únicos hogares que ha conocido, no por la guerra, sino porque el agua está desapareciendo.
A lo largo de los años, el proyecto me ha llevado a decenas de oasis y se ha expandido para incluir Túnez, Egipto, Arabia Saudita y Mauritania. Se ha desarrollado a través de viajes, conversaciones extensas y un compromiso a largo plazo con las personas que viven en estos espacios. Lo que me impulsa es la convicción de que estas no son solo historias locales, sino advertencias globales. La crisis climática a menudo se enmarca en términos abstractos o futuros. A través de este trabajo, quiero hacerla visible, humana y arraigada en el presente.

Incluir la figura humana fue esencial. Los oasis no son solo accidentes geográficos: son hogares, medios de vida y reservorios culturales forjados a lo largo de siglos. En esta fotografía, Mustapha encarna esa profunda conexión. Su gesto de mirar al pozo es a la vez literal y simbólico: habla de dependencia, resiliencia y vulnerabilidad, pero también de esperanza y recuerdo. Esto refleja mi trabajo, que explora la compleja relación entre las personas y sus entornos. Ya sea que documente el declive de los oasis, la juventud marroquí o la sociología del trabajo y la migración, me interesa cómo las personas se adaptan al cambio.

La escasez de agua ya no es solo un problema ambiental. Es una crisis humanitaria, especialmente en regiones como el Sahara, donde la vida siempre ha dependido de fuentes de agua frágiles. Espero que imágenes como esta sirvan como testimonios visuales: recordatorios sencillos y contundentes de lo que está en juego.

La fotografía me ha enseñado a reducir la velocidad y a prestar atención a las personas, los paisajes y el silencio. Esta imagen es un retrato de la pérdida, pero también de la resistencia silenciosa. Las comunidades se ven obligadas a abandonar los únicos hogares que han conocido, no por la guerra, sino porque el agua está desapareciendo. Espero que la imagen genere empatía y concienciación. Quiero que los espectadores conecten emocionalmente, que vean la emergencia climática no como un titular lejano, sino que reconozcan la urgente necesidad de proteger los recursos naturales y las culturas y comunidades que dependen de ellos.

Fue un momento fugaz, totalmente imprevisto, pero ahora dice mucho. Verlo hoy, ampliado como póster en las estaciones de metro de Londres, anunciando la exposición “Sed” del Wellcome Trust , es una lección de humildad. Demuestra la importancia de mantener la mente abierta, de dejar que la historia te encuentre.

Capacitado: Máster en Ciencias Políticas, Universidad de Ottawa
Influencias: Alec Soth , Hakim Belabbes, Carlos Reygadas
Momento culminante: “Convertirme en explorador de National Geographic, tener mi foto en la portada de la revista Nat Geo y ganar el premio World Press Photo”.
Momento bajo: “En un momento en el que estaba atravesando dificultades económicas, una galería en Marrakech con la que había planeado una exposición me decepcionó”.
Consejo clave: “Cree en ti mismo, investiga, comprende tu nicho, forja tu propio camino”.