Coreando lemas como “La República es una gran prisión” y “El pueblo quiere la caída del régimen”, los manifestantes portaron retratos de presos políticos y una jaula que simbolizaba el estado actual de represión política. Exigieron la libertad de destacados líderes de la oposición, entre ellos Rached Ghannouchi, líder del partido Ennahdha, y Abir Moussi, líder del Partido Constitucional Libre. Ambos enfrentan largas penas de prisión en virtud de las leyes antiterroristas y de conspiración, junto con decenas de otros políticos, abogados y periodistas, según informa News.Az , citando a medios extranjeros .
El 25 de julio de 2021, Saied suspendió el parlamento, destituyó al primer ministro y declaró el estado de emergencia, comenzando a gobernar por decreto. Desde entonces, se han perpetrado arrestos masivos y juicios con motivos políticos contra disidentes, lo que ha llevado a los críticos a condenar estas medidas como un golpe de Estado que empujó a Túnez hacia el autoritarismo.
Monia Ibrahim, esposa del político encarcelado Abdelhamid Jelassi, declaró a Reuters: «Nuestro primer objetivo es luchar contra la tiranía para restaurar la democracia y exigir la liberación de los presos políticos». Saib Souab, cuyo padre, Ahmed Souab, es un abogado encarcelado y crítico de Saied, añadió: «Túnez se ha convertido en una prisión a cielo abierto. Incluso quienes no están en prisión viven en un estado de libertad temporal, en constante riesgo de ser arrestados por cualquier motivo».
El gobierno de Saied disolvió el Consejo Supremo Judicial, un organismo independiente, en 2022 y destituyó a decenas de jueces, medidas que, según la oposición, buscan consolidar el unipersonalismo. Saied niega haber interferido con el poder judicial, pero insiste en que nadie está exento de responsabilidades.
El 25 de julio también conmemora el aniversario de la declaración de Túnez como república en 1957. Sin embargo, el día ahora tiene un nuevo significado. Samir Dilou, exministro del gobierno y miembro de Ennahdha, declaró: «El 25 de julio solía conmemorar la fundación de la República. Ahora, conmemora su desmantelamiento. El poder absoluto es corrupción absoluta».
Las protestas reflejan una profunda frustración con el gobierno cada vez más represivo de Saied, y los llamados a restablecer las libertades democráticas siguen resonando en todo Túnez.