El presidente estadounidense también pide a Netanyahu que haga cambios en Gaza y reconoce que los niños de la Franja “parecen tener mucha hambre”.
La creciente crisis humanitaria en Gaza ha comenzado a cambiar el tono de la retórica del presidente estadounidense Donald Trump, quien advirtió públicamente a Israel que tendrá que abordar el conflicto “de manera diferente”. Días después de que Estados Unidos e Israel se retiraran de la mesa de negociaciones sobre un posible alto el fuego en Gaza, Trump dijo el lunes que discrepaba con la evaluación del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien niega que se esté desarrollando una hambruna a gran escala entre la población palestina : “Basándome en la televisión, diría que no particularmente, porque esos niños parecen tener mucha hambre”, dijo Trump .
Respecto a Ucrania, el otro gran conflicto que acaparó la atención de la reunión del presidente estadounidense con el primer ministro británico, Keir Starmer, el lunes en Escocia, el líder republicano mantuvo la línea dura que ha mostrado en las últimas semanas con el presidente ruso, Vladimir Putin, fijando un nuevo plazo —“de 10 o 12 días”— para poner fin a la guerra.
Trump dijo estar “muy decepcionado” con Putin. Tras varias rondas de conversaciones para llegar a un acuerdo, “el presidente Putin sale y empieza a lanzar cohetes contra alguna ciudad como Kiev y mata a mucha gente en una residencia de ancianos o donde sea. Hay cadáveres tirados por toda la calle. Y yo digo que esa no es la manera de hacerlo”, afirmó. Como resultado, Trump amenazó con acortar el plazo de 50 días que le había dado al líder ruso hace dos semanas para poner fin al conflicto. De lo contrario, el Kremlin se enfrentaría a severas sanciones en forma de una ofensiva arancelaria .
Además de Gaza y Ucrania, Starmer se mostró decidido a abordar la relación comercial entre ambos países , que sigue estando plagada de incertidumbre a pesar del acuerdo bilateral anunciado en mayo. El primer ministro británico busca mejoras en áreas que pueden optar a reducciones arancelarias, como el acero y el aluminio, cuyas exportaciones británicas están actualmente sujetas a aranceles del 25 %, la mitad de los impuestos a la UE. Dada la crisis humanitaria en Gaza, el objetivo es instar al líder estadounidense a adoptar una postura más firme con Israel, con el fin de reanudar las negociaciones del alto el fuego.
En declaraciones a los medios tras recibir a Starmer en uno de sus campos de golf en Escocia, el presidente estadounidense consideró que “un alto el fuego es posible”, pero aclaró que “posiblemente la lucha tendrá que ser un poco diferente”, una postura menos contundente que la de su invitado, quien declaró abiertamente que hay “una crisis humanitaria” en Gaza.
“Es una catástrofe absoluta”, declaró el primer ministro británico. La línea dura de Starmer es comprensible, dada la creciente presión internacional y nacional ante el deterioro de la situación, que ha llevado a cientos de parlamentarios británicos y destacados miembros de su gobierno a exigir que el Reino Unido siga el ejemplo de Francia y declare formalmente el reconocimiento del Estado palestino .
Gaza, de hecho, es uno de los temas clave en la agenda del primer ministro británico para su reunión informal con Trump, antes de su visita de Estado al Reino Unido a mediados de septiembre. Las relaciones comerciales y Ucrania son los otros dos componentes del tríptico de una reunión convocada para aprovechar la estancia de cuatro días del presidente estadounidense en la patria de su madre. Al igual que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen , viajó a Escocia el fin de semana para finalizar el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos. En esta ocasión, le tocó el turno al líder laborista, quien asistió a la reunión con Trump acompañado de su esposa, Victoria.