Un avión ruso AN-24, operado por Angara Airlines, con 49 personas a bordo, se estrelló en el extremo oriental del país. Las autoridades afirman que hay pocas esperanzas de encontrar supervivientes, según la agencia de noticias Reuters. La aerolínea Angara, con sede en Siberia, operaba el avión An-24.
Los rescatistas descubrieron partes del fuselaje en llamas poco después de que los controladores aéreos perdieran contacto con el avión. El ministerio de emergencias local informó que la aeronave desapareció del radar mientras se aproximaba a su destino, la ciudad de Tynda, en la región de Amur.
Según la agencia de noticias rusa Interfax, el avión desapareció durante un segundo intento de aterrizaje después de que una aproximación inicial no tuviera éxito.
El gobernador regional, Vasily Orlov, declaró que, según datos preliminares, a bordo había 43 pasajeros, incluidos cinco niños, y seis tripulantes. «Se han desplegado todas las fuerzas y recursos necesarios para la búsqueda del avión», escribió Orlov en su canal de Telegram.
Sin embargo, el Ministerio de Emergencias del país proporcionó una estimación ligeramente menor, sugiriendo que había alrededor de 40 personas en el vuelo.
Los medios de comunicación indican que una búsqueda aérea en el lugar del accidente no reveló señales de supervivientes. El avión turbohélice Antonov An-24 se estrelló contra una colina boscosa al intentar aterrizar por segunda vez en el aeropuerto de Tynda.
La agencia estatal de noticias TASS, citando al centro regional de defensa civil y seguridad contra incendios, informó que no se detectaron supervivientes durante una inspección aérea del lugar. “Según el director del Aeropuerto de Tynda, el avión se incendió al impactar, y la tripulación de un helicóptero Mi-8 que sobrevolaba la zona no reportó señales de supervivientes”, añadió.