Haití ha desplegado 150 soldados en México para recibir entrenamiento militar, como parte de un plan más amplio para restablecer la seguridad a medida que el control de las pandillas se intensifica en todo el país.
Tropas haitianas partieron de Puerto Príncipe el jueves para iniciar un programa de entrenamiento de tres meses en México, la primera tanda de un despliegue previsto de 700 soldados. La iniciativa busca fortalecer la capacidad de las fuerzas armadas haitianas mientras la nación caribeña lucha contra la violencia extrema de las pandillas.
“Esto ilustra la firme determinación del gobierno de restablecer el orden republicano, restablecer la autoridad estatal en todo el país y garantizar la protección de todos los ciudadanos”, dijo el primer ministro de Haití, Alix Didier Fils-Aimé, en un comunicado.
El gobierno haitiano dice que el esfuerzo es parte de una hoja de ruta para restaurar la seguridad pública, reconstruir las instituciones estatales y eventualmente celebrar elecciones nacionales.
Se espera que las fuerzas de seguridad mexicanas, a pesar de enfrentarse a la violencia persistente, compartan su experiencia en la lucha contra las organizaciones criminales. Los detalles del programa de capacitación no se han revelado públicamente, y CNN se ha puesto en contacto con el gobierno mexicano para obtener más información.
Según las Naciones Unidas, más del 80% de Puerto Príncipe, la capital de Haití, está bajo control de pandillas, y casi 1,3 millones de personas se encuentran desplazadas internamente. Las pandillas también se han expandido a zonas rurales, en particular a la región de Artibonite, desplazando a otras 15.000 personas tan solo la semana pasada.
A pesar de la presencia de cientos de oficiales kenianos de una misión multinacional de apoyo a la seguridad respaldada por Estados Unidos, los ataques han continuado y se han reportado bajas entre el personal de seguridad.
Haití ha pedido repetidamente ayuda internacional para recuperar el control y restablecer la seguridad, pero los avances siguen siendo limitados a medida que las redes de pandillas refuerzan su control en todo el país.