La hambruna se está extendiendo en Gaza, donde las restricciones israelíes a la ayuda alimentaria y los continuos combates han producido un “escenario catastrófico”, según han dicho expertos en hambre respaldados por la ONU, pidiendo una intervención inmediata para salvar vidas.
“Cada vez hay más pruebas que demuestran que la hambruna generalizada, la desnutrición y las enfermedades están provocando un aumento de las muertes por hambre”, afirma la alerta de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF). “El peor escenario de hambruna se está gestando actualmente en la Franja de Gaza ”.
Esta es la primera vez que el IPC afirma que hay hambruna en Gaza, aunque previamente había advertido que el territorio estaba al borde de la hambruna. Durante casi dos años de guerra, Israel ha limitado repetidamente el transporte de camiones de ayuda humanitaria a Gaza, a veces deteniéndolos por completo.
La alerta de hambruna se produjo cuando las autoridades sanitarias de Gaza anunciaron que el número de muertos palestinos por la guerra había superado los 60.000. La mayoría de las víctimas son civiles.
La alerta, basada en la evidencia más reciente disponible, no clasifica formalmente a Gaza como en situación de hambruna. Esto requiere un análisis exhaustivo, que el IPC afirmó que se llevaría a cabo sin demora, pero los datos de Gaza ya confirman que se han alcanzado dos de los tres umbrales.
La hambruna se clasifica formalmente como una situación en la que al menos el 20% de las personas enfrentan una escasez extrema de alimentos, uno de cada tres niños está gravemente desnutrido y dos personas de cada 10.000 mueren diariamente por causas relacionadas con el hambre.
La mayor parte de Gaza ha cruzado el umbral de consumo de alimentos, “y una de cada tres personas pasa días sin comer”, según la alerta del IPC.
La desnutrición infantil aumentó rápidamente durante la primera quincena de julio, alcanzando el umbral de la hambruna en la ciudad de Gaza . «Los hospitales han informado de un rápido aumento de las muertes por hambre de niños menores de cinco años, con al menos 16 fallecimientos registrados desde el 17 de julio», declaró.
Entre abril y mediados de julio, más de 20.000 niños fueron ingresados para recibir tratamiento por desnutrición aguda, 3.000 de ellos gravemente desnutridos.
El tercer indicador clave son las muertes por inanición. Resulta difícil recopilar datos fiables en un sistema de salud al borde del colapso tras casi dos años de guerra, pero el Programa Mundial de Alimentos y Unicef afirmaron en un comunicado conjunto que estas muertes eran «cada vez más frecuentes».