¿Están bien los heterosexuales? La pregunta está en el aire, con el New York Times cuestionando el fenómeno del “heteropesimismo” o incluso del “heterofatalismo”: las mujeres, específicamente, ven su heterosexualidad como una desgracia y una decepción para toda la vida, dada la inestabilidad y la aparente fobia al compromiso de los hombres con los que se relacionan. Las mujeres en línea también han estado deplorando la cantidad de ” mankeeping ” (asumir la “carga estructural del declive de las redes sociales de los hombres”, como lo describió el equipo de investigación que acuñó el término) en sus vidas.
Pero la cuenta francesa de Instagram @le_trema, creada por Maël Coutand, la ha planteado de forma más entretenida. Las publicaciones siguen un formato estándar: con un estilo de falso reportaje, Coutand dice: “Hoy nos preguntamos: ¿están bien los heterosexuales? ( Est-ce que les hétérosexuels vont bien? )”. Luego hay un jingle terriblemente pegadizo y un clip de un escandaloso discurso machista o de manosfera en línea que hace que So Macho, de Sinitta, parezca sofisticado: piense en hombres golpeándose con neumáticos o afeitándose las pestañas para parecer más varoniles;
uno pone a prueba su “autocontrol” atrapando sus dedos en trampas para ratones ; otro se arrastra por las barandillas para evitar pisar una escalera pintada con los colores del arcoíris . Las mujeres no se salvan: hay una madre y una hija orgullosamente embarazadas del mismo hombre simultáneamente, y una ceremonia de revelación de género alucinantemente exagerada . La conclusión es inevitablemente: ” ¡No!”.
Por supuesto, en general, los heterosexuales están bien. Muchos de nosotros tenemos relaciones felices con personas sanas del sexo opuesto. Pero lo más importante es que no son los heterosexuales quienes sufren importantes desigualdades en salud física y mental y peores condiciones de vivienda , quienes sufren discriminación y violencia por su identidad sexual o cuya existencia aún se criminaliza en grandes áreas del mundo.
Interrogar con picardía los rincones más salvajes y extraños de la heteronormatividad es una corrección divertida. En declaraciones a la emisora de radio France Inter, Coutant comentó que la cuenta le ha servido de punto de partida para hablar de las absurdas expectativas en torno a la masculinidad con sus hijos adolescentes. Además, es muy divertida y no requiere mucho francés, pero cuidado con esa melodía pegadiza:
la próxima vez que evites una pelea con el torso desnudo frente a un ‘Spoons’, leas sobre la nueva sala de chat “solo para hombres” de Gregg Wallace o veas cinco minutos de Love Island, te sonará, sin que nadie te lo pida, en la cabeza.