En un esfuerzo por hacer que la propiedad de una vivienda sea más accesible a un segmento más amplio de la población, el gobierno ha introducido un nuevo modelo que permite a los ciudadanos comprar acciones en proyectos de vivienda a través de certificados inmobiliarios negociados en la bolsa de valores.
La iniciativa, desarrollada por el Ministerio de Medio Ambiente, Urbanización y Cambio Climático en colaboración con la Administración de Desarrollo de Vivienda de Turquía (TOKİ) y Emlak Konut GYO, busca ampliar el acceso a la propiedad de vivienda. Al permitir que pequeños inversores participen en grandes desarrollos inmobiliarios sin necesidad de enganches ni hipotecas, el modelo ofrece una nueva vía para acceder a la propiedad.
El proyecto piloto, denominado Damla Kent, se construirá en el distrito de Başakşehir de Estambul. Incluirá 5325 viviendas y 244 locales comerciales, y en la primera fase se ofrecerán 1540 unidades para inversión con certificado. El inicio de la construcción está previsto para octubre de este año y su finalización está prevista para febrero de 2029.
Los certificados inmobiliarios representan la propiedad fraccionada de viviendas. Los inversores pueden adquirirlos a través de firmas de corretaje autorizadas y negociarlos en la Bolsa de Estambul.
Una vez que un inversor acumula suficientes certificados para igualar el valor de una unidad, puede reclamar la plena propiedad. Alternativamente, quienes no alcancen el umbral requerido pueden recibir una parte de las ganancias del proyecto o continuar negociando los certificados para obtener ganancias de capital.
Los certificados se ofrecerán al público a través de un proceso de construcción de libro a un precio de 7,59 liras turcas entre el 4 y el 8 de agosto. A partir del 11 de agosto, se podrán negociar en Borsa Istanbul.
El sistema también admite la propiedad colectiva, lo que permite que varias personas agrupar sus certificados y ser copropietarias de una propiedad. La participación está abierta a todos los inversores de Turquía, independientemente de su residencia.
Los funcionarios describen el modelo como un enfoque “gota a gota” para generar riqueza y estabilidad a través del sector inmobiliario.
Está diseñado para aliviar la presión sobre el mercado de alquiler y proporcionar una solución escalable a la escasez de viviendas del país.
El gobierno planea expandir el programa a otras ciudades, posicionándolo como una estrategia a largo plazo para el desarrollo urbano inclusivo y sostenible.