Una de las alegrías simples que mis hijos y yo experimentamos cuando nos mudamos a Texas fue finalmente vivir cerca de un In-N-Out .
Hemos saboreado el ambiente de la Costa Oeste de la clásica marca californiana, las papas dobles y las papas fritas estilo animal . Además, puedo comer a los cinco por menos de $50. Nada mal con esta economía.
No soy la única que piensa en la rentabilidad de In-N-Out. La dueña de la cadena de hamburguesas, Lynsi Snyder, ha anunciado que se mudará de la demócrata California a los alrededores más amigables del estado republicano de Tennessee, donde la empresa que sus abuelos fundaron en 1948 está construyendo una segunda sede corporativa .
In-N-Out Burger no ha adoptado el método de freír sus papas fritas en sebo de res, como se afirma en un comunicado de prensa de la Casa Blanca. La cadena sí acordó eliminar los colorantes y saborizantes sintéticos de sus platos.
Snyder dijo que dejará la Costa Oeste para mudarse al Medio Sur por el bien de su familia y su negocio.
“California tiene muchas cosas buenas, pero criar una familia no es fácil aquí”, le dijo Snyder a la podcaster Allie Beth Stuckey el 18 de julio. “Hacer negocios no es fácil aquí”.
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No puedo culpar a Snyder por renunciar a California. Se unirá a líderes empresariales como Elon Musk , empresas como Chevron y Tesla, y a cientos de miles de personas comunes que han huido de California en busca de una vida mejor y mejores oportunidades de negocio en otros estados.
California es un bastión del liberalismo que ha llevado las tasas impositivas y el costo de vida a extremos ridículos, incluso cuando la calidad de vida de los residentes ha disminuido .
La propietaria de In-N-Out abandona su estado natal
El hecho de que Snyder abandone el estado donde su familia amasó su fortuna hace casi 80 años es otro indicador del declive de California. Snyder afirmó que las políticas estatales, incluidas las restricciones drásticas durante la pandemia de COVID-19, han dificultado la operación de las empresas.
Las personas y las empresas no solo están huyendo de California; en muchos casos, se están mudando a estados republicanos con un enfoque drásticamente diferente a la política y a las políticas públicas.
Mi estado natal, Texas, se ha convertido en los últimos años en el nuevo hogar elegido por muchas antiguas empresas de California, como