El Departamento del Interior de Estados Unidos tomó el jueves medidas para aumentar la recuperación de minerales críticos, utilizados en todo, desde vehículos eléctricos hasta armas de alta tecnología, desde desechos mineros, residuos de carbón, relaves y minas de uranio abandonadas.
El secretario del Interior, Doug Burgum, ordenó a su departamento agilizar las regulaciones federales sobre la recuperación de minerales como tierras raras, litio y cobalto de los desechos.
La orden ordena al departamento actualizar las directrices para que los proyectos de recuperación de residuos mineros puedan optar a financiación federal y agilizar la revisión de los planes de recuperación de uranio y otros minerales de minas abandonadas. También ordena al Servicio Geológico de Estados Unidos que cartografíe e inventarie los sitios federales de residuos mineros.
Esta fue la última medida de la administración del presidente Donald Trump para impulsar la industria minera nacional, que durante mucho tiempo ha estado dominada a nivel mundial por China, tanto en producción como en procesamiento. En marzo, Trump emitió una orden ejecutiva para invocar la Ley de Producción de Defensa de la época de la Guerra Fría con el fin de impulsar el procesamiento de una gama de minerales críticos.
“Esta iniciativa refleja nuestro firme compromiso con la independencia minera y con asegurar que Estados Unidos sea líder en tecnologías avanzadas que impulsen nuestro futuro, a la vez que convierten los desafíos ambientales en oportunidades de crecimiento e innovación”, declaró Burgum en un comunicado. Su departamento controla extensas áreas de terrenos federales, algunas de las cuales albergan minas abandonadas.
El departamento espera que la medida atraiga inversión privada, apoye la recuperación ambiental e impulse las fuentes de energía.
Las investigaciones del USGS y los estudios geológicos estatales han identificado fuentes de minerales como zinc, germanio, telurio y elementos de tierras raras en minas cerradas y en funcionamiento.
Las empresas mineras han adoptado la recuperación. Freeport-McMoRan, por ejemplo, prevé producir 800 millones de libras (362.900 toneladas métricas) de cobre al año a partir de 2027 mediante la lixiviación del metal de los depósitos de desechos de sus minas, que anteriormente se consideraban inservibles.
Las minas de plomo y zinc de Tar Creek, cerca de Picher, Oklahoma, que fueron abandonadas en la década de 1970, dejaron residuos ricos en zinc y germanio, minerales que Estados Unidos importa, según el departamento. En el Cañón Bingham de Utah, el telurio, vital para las tecnologías de defensa, se puede extraer de los relaves generados durante la minería de cobre.
La recuperación de minerales a partir de residuos mineros es prometedora, pero requiere nuevos métodos de procesamiento para proteger el medio ambiente. Las cuestiones legales relacionadas con los derechos de propiedad también pueden complicar la recuperación.