¿Cuál es la mejor asignación de activos de cartera?

Las conversaciones sobre la asignación de activos de cartera suelen reavivarse cuando los inversores del mercado de valores se enfrentan a la incertidumbre.

Cuando las políticas arancelarias de la administración Trump provocaron una corrección en muchos índices bursátiles , surgieron debates sobre cómo crear carteras para una economía incierta . La conversación giró hacia acciones defensivas, valores fijos a corto plazo, fondos cotizados en bolsa (ETF) de igual ponderación, acciones internacionales, activos refugio como el oro y efectivo para comprar activos de calidad con descuento.

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Sin embargo, es cierto que la prevención es la mejor medicina. Por lo tanto, en lugar de buscar una vía de escape cuando el mercado baja, es mejor crear una cartera que pueda soportar periodos de volatilidad.

Una cartera de este tipo se adaptará mejor a su tolerancia al riesgo y a su capacidad de riesgo y lo colocará en la mejor posición para alcanzar sus objetivos financieros dentro de su horizonte temporal.

¿Qué determina la mejor asignación de activos de una cartera?
Antes de continuar, es fundamental mencionar que no existe una fórmula única para la asignación de activos de una cartera que sea la mejor para todos. Dado que los objetivos financieros, el horizonte temporal, la capacidad de riesgo, la tolerancia al riesgo y las necesidades de ingresos varían, la fórmula de asignación de activos más adecuada para cada persona será diferente. Pero analicemos estos factores uno por uno y pronto veremos cómo se combinan para crear una cartera óptima.

Metas financieras
Existe una estrecha relación entre el objetivo financiero que persigues y tu horizonte temporal y capacidad de riesgo.

Por ejemplo, supongamos que su objetivo es tener suficiente dinero en tres años para dar el enganche de una propiedad. En este caso, tiene un horizonte temporal corto y una baja capacidad de riesgo.

Generalmente, existe una correlación entre el horizonte temporal y la capacidad de asumir riesgos. Por ejemplo, un horizonte temporal corto suele implicar una menor capacidad de asumir riesgos, mientras que un horizonte temporal más largo implica una mayor capacidad de asumir riesgos.

Supongamos que el objetivo es jubilarse con un fondo de ahorro de 10 millones de dólares en los próximos 30 años. En este caso, el horizonte temporal es largo, lo que implica una mayor capacidad de riesgo .

Horizonte temporal
El horizonte temporal es el plazo que espera mantener invertido antes de tener que liquidar su inversión para alcanzar el objetivo financiero deseado. El horizonte temporal puede ser corto (menos de tres años), medio (de tres a diez años) o largo (más de diez años). Es el factor principal para determinar la capacidad de riesgo.

En nuestros ejemplos anteriores, tenemos un horizonte temporal de tres años y un horizonte temporal de 30 años.

Capacidad de riesgo
La capacidad de riesgo es la cantidad de riesgo que debería estar dispuesto a asumir en función de su objetivo financiero y su horizonte temporal. El concepto de capacidad de riesgo es importante porque en los mercados financieros suele existir una compensación entre riesgo y rentabilidad.

Si su objetivo requiere una alta tasa de rentabilidad, debe estar dispuesto a asumir un mayor riesgo. Sin embargo, un mayor riesgo implica que su inversión podría estar en números rojos a corto plazo (la volatilidad es alta a corto plazo). Los activos de alto riesgo suelen generar altos rendimientos constantes a largo plazo.