Comienza misión para salvar caracoles amenazados por su propia belleza

Los investigadores se han embarcado en una misión para salvar lo que algunos consideran los caracoles más hermosos del mundo y también descubrir sus secretos biológicos.

Los caracoles arbóreos Polymita, una especie en peligro de extinción que está desapareciendo de sus hábitats forestales nativos en el este de Cuba, tienen caparazones vibrantes, coloridos y con patrones extravagantes.

Desafortunadamente, esas conchas son deseables para los coleccionistas, y los expertos en conservación dicen que el comercio de conchas está llevando a los caracoles hacia la extinción.

Biólogos en Cuba y especialistas de la Universidad de Nottingham en el Reino Unido se han unido con el objetivo de salvar las seis especies conocidas de Polymita.

La más amenazada de ellas es la Polymita sulphurosa, que es de color verde lima con patrones de llamas azules alrededor de sus espirales y bandas de color naranja y amarillo brillante a lo largo de su caparazón.

Pero todas las especies de Polymita son sorprendentemente brillantes y coloridas, lo que constituye un misterio evolutivo en sí mismo.

“Una de las razones por las que me interesan estos caracoles es porque son muy hermosos”, explicó el genetista evolutivo y experto en moluscos, Prof. Angus Davison, de la Universidad de Nottingham.

La ironía, dijo, es que ésta es la razón por la que los caracoles están tan amenazados.

Su belleza atrae a quienes coleccionan e intercambian conchas. Así que, precisamente lo que las hace diferentes e interesantes para mí como científico es, por desgracia, lo que también las pone en peligro.

Buscando en línea con el profesor Davison, encontramos varias plataformas donde vendedores del Reino Unido ofrecían conchas de Polymita. En una de ellas, se anunciaba una colección de siete conchas por 160 libras.

Sabemos que algunas de estas especies están en grave peligro de extinción. Por lo tanto, no sería difícil que alguien las recolectara en Cuba y las comercializara para provocar la extinción de algunas especies.

Las conchas se compran y se venden como objetos decorativos, pero cada concha vacía fue alguna vez un animal vivo.

Para tratar de prevenir esto, el profesor Davison está trabajando estrechamente con el profesor Bernardo Reyes-Tur de la Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, quien es biólogo conservacionista.

El objetivo de este proyecto internacional es comprender mejor cómo evolucionaron los caracoles y proporcionar información que ayude a la conservación.

La parte del proyecto que corresponde al profesor Reyes-Tur es quizás la más desafiante: trabajando con suministros de energía poco confiables y en un clima cálido, ha traído caracoles Polymita a su propia casa para criarlos en cautiverio.