En el cambiante mundo de la IA y la empleabilidad, pocas historias son tan polarizantes o instructivas como la de Chungin “Roy” Lee. Hace poco más de un año, este estudiante de informática de 21 años de la Universidad de Columbia fue suspendido por desarrollar una herramienta de IA considerada incompatible con la integridad académica. Hoy, es cofundador y director ejecutivo de Cluely, una startup de Silicon Valley que ha recaudado 20,3 millones de dólares en financiación y se encuentra en el centro del debate actual sobre la productividad impulsada por la IA y los límites éticos.
Cluely es un asistente de IA en modo oculto que ofrece asistencia en tiempo real e indetectable en entornos virtuales, como entrevistas, exámenes, reuniones y más. La pregunta que plantea es crucial: ¿es esto innovación real o deshonestidad artificial?
El producto con el que empezó todo
A principios de 2024, mientras aún estudiaba en Columbia, Lee lanzó Interview Coder, una herramienta de IA diseñada para ayudar a los candidatos en entrevistas de programación en tiempo real. Analizaba la actividad de la pantalla, captaba el audio y ofrecía sugerencias, todo ello con discreción. El objetivo, según Lee, era ayudar a los usuarios a navegar por formatos de entrevistas de alta presión que no habían evolucionado en la era de la IA generativa.
El producto ganó popularidad rápidamente, con más de 10,000 usuarios y casi $47,000 en ingresos en cuestión de meses. Lee incluso usó su propia herramienta para acceder a entrevistas en gigantes tecnológicos como Amazon, Meta y TikTok, hasta que demostró públicamente su uso, lo que llevó a las empresas a rescindir ofertas y a Columbia a investigar.
Del revés académico al giro empresarial
En abril de 2024, Columbia suspendió a Lee por un año por violar su Política de Integridad Académica. La medida disciplinaria podría haber acabado con las ambiciones de otro estudiante, pero para Lee marcó un antes y un después. Se mudó a San Francisco, formó equipo con su compañero Neel Shanmugam y renombró su herramienta como Cluely.
A diferencia de su predecesor, Cluely se diseñó para un uso más amplio. Ahora no solo admite entrevistas de trabajo, sino también exámenes, reuniones, presentaciones de ventas y más, ofreciendo asistencia de IA en tiempo real e indetectable en interacciones virtuales. Este cambio marcó la transición formal de Lee, de estudiante innovador a fundador a tiempo completo, operando en una de las zonas grises éticas más escrutadas del sector tecnológico.
Los inversores respaldan la visión
Para abril de 2025, Cluely había recaudado 5,3 millones de dólares en financiación inicial. Tan solo dos meses después, Andreessen Horowitz lideró una ronda de financiación Serie A de 15 millones de dólares, lo que supuso una clara validación de la visión de Lee. Para Lee, las rondas de financiación no fueron solo hitos financieros; fueron la confirmación de una idea que a muchos aún les costaba digerir.
Lee no se ha disculpado por su enfoque. “Todo el mundo usa IA ahora”, declaró a Associated Press. “No tiene sentido tener sistemas que evalúan a las personas como si no lo hicieran”. Para él, Cluely se trata menos de hacer trampa y más de acortar la distancia entre las evaluaciones obsoletas y los flujos de trabajo del mundo real.
El dilema profesional que Lee ahora encarna
La trayectoria de Lee plantea preguntas fundamentales sobre el futuro del trabajo y la cualificación. A medida que la IA se vuelve inseparable de la productividad diaria, ¿dónde trazamos la línea entre la asistencia y la ventaja injusta? Según se informa, los empleadores, incluidos gigantes tecnológicos como Google, están replanteando sus prácticas de contratación. Los sistemas educativos se esfuerzan por revisar los códigos de honor que ahora parecen estar desfasados con la forma en que los estudiantes aprenden y trabajan.
La trayectoria profesional de Lee está marcada por giros bruscos: de estudiante a fundador, de suspensión a CEO en etapa inicial, de controversia a capital. Cada decisión lo ha situado en la intersección entre la innovación y la disrupción, y él se enfrenta a esa tensión.
Ya sea que Cluely surja como un nuevo estándar para herramientas nativas de IA o se regule fuera del uso generalizado, la historia de Lee ofrece un estudio de caso temprano sobre lo que significa construir una carrera en una era donde la tecnología está reescribiendo las reglas tradicionales.