La canciller alemana se encuentra cada vez más aislada entre las grandes bestias de Europa por negarse a respaldar un plan de Bruselas para suspender los lazos de investigación de la UE con Israel.
BRUSELAS — Mientras la hambruna se avecina en Gaza, el canciller alemán, Friedrich Merz, enfrenta presiones para que abandone su firme apoyo a Israel y permita que Bruselas penalice al gobierno de Benjamin Netanyahu.
La Comisión Europea propuso esta semana detener partes del Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel, advirtiendo que el gobierno israelí ha desencadenado una “catástrofe humanitaria” que amenaza a “prácticamente toda la población de Gaza”.
Un número creciente de países de la UE está a favor de dar este paso, pero Alemania se ha negado hasta ahora a aprobar la propuesta, lo que marcaría una clara ruptura con su tradicional apoyo inquebrantable a Israel. Diplomáticos de varios países de la UE expresaron en privado su frustración con Berlín después de que Merz sugiriera que quería ver cómo evoluciona la situación sobre el terreno en los próximos días.
La presión internacional sobre Israel se ha intensificado en las últimas dos semanas ante las advertencias cada vez más alarmantes sobre la situación que enfrentan cientos de miles de personas en Gaza. En Europa, líderes como el francés Emmanuel Macron y el británico Keir Starmer han anunciado su intención de reconocer un Estado palestino, exigiendo al primer ministro israelí, Netanyahu, que cese las hostilidades y permita un acceso efectivo a las agencias de ayuda para la entrega de alimentos y suministros médicos.
Incluso Donald Trump reconoció esta semana que hay una “hambruna real” en Gaza.
riesgo de hambruna
El lunes, la Comisión abandonó meses de sutilezas diplomáticas en una evaluación mordaz de la situación que acusó directamente a Israel de violar el derecho internacional humanitario. El documento que proponía medidas contra Israel señalaba el riesgo de hambruna para toda la población de Gaza, así como de miles de muertes de civiles y un colapso de los servicios básicos.
La propuesta de la Comisión, que circuló entre los embajadores de la UE el martes, exige la suspensión parcial del acceso de Israel a Horizonte Europa, el programa de investigación insignia del bloque. Sin embargo, a pesar de su urgencia, la medida no pareció contar con el respaldo suficiente de los países de la UE en la reunión de enviados, y Alemania y otros tres países la bloquearon.
Pero hay indicios de que la oposición de Merz está cediendo. El líder alemán declaró esta semana que esperaría la respuesta de su ministro de Asuntos Exteriores, Johann Wadephul, quien visita Israel el jueves, antes de decidir los posibles pasos a seguir. También sugirió que podría coordinar la postura de Alemania con Francia y el Reino Unido, posiblemente tras un viaje conjunto de investigación de los ministros de los tres países, lo que podría retrasar aún más cualquier decisión hasta la próxima semana.