El Gobierno argentino del presidente Javier Milei y el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunciaron el jueves un acuerdo técnico sobre la primera revisión del programa del Servicio Ampliado del FMI (SAF) del país. Una vez aprobado por el Directorio Ejecutivo del FMI, este acuerdo permitirá un desembolso de aproximadamente US$2.000 millones al país sudamericano.
El FMI afirmó que el programa ha tenido un inicio sólido, destacando la implementación de políticas macroeconómicas sólidas, que incluyen un sólido ancla fiscal y una política monetaria restrictiva. La transición a un régimen cambiario más flexible y la eliminación de la mayoría de los controles cambiarios también se han llevado a cabo de forma ordenada.
El FMI destacó la desaceleración inflacionaria, la expansión económica y la reducción de la pobreza de Argentina y, en particular, el pronto retorno del país a los mercados internacionales de capital.
“En línea con los objetivos del programa, se alcanzaron entendimientos sobre políticas orientadas a salvaguardar el cumplimiento del ancla fiscal, reconstruir las reservas, reducir la inflación de manera duradera y seguir mejorando la claridad y el funcionamiento del marco monetario”, señaló también el FMI.
A pesar de esta evaluación positiva, la declaración oficial del FMI no abordó explícitamente el fracaso de Argentina en cumplir con su meta de acumulación de reservas para el 15 de junio, que arrojó una brecha reportada de aproximadamente US$4.300 millones.
Sin embargo, reconoció un “entorno externo más desafiante” y un cambio reciente en la postura oficial que llevó al Tesoro a adquirir casi US$1.000 millones en reservas”.
El acuerdo incluye entendimientos sobre políticas destinadas a salvaguardar el ancla fiscal, reconstruir las reservas, reducir de manera sostenible la inflación y mejorar el marco monetario.
Se espera que el Directorio Ejecutivo del FMI dé su aprobación final y autorice el desembolso a finales de julio. Argentina deberá abonar US$800 millones en intereses al FMI el 1 de agosto.
El programa EFF, firmado en abril, proporcionó inicialmente a Argentina un financiamiento de 20.000 millones de dólares, con un desembolso inmediato de 12.000 millones de dólares.