Patri Guijarro demostró una vez más por qué es indispensable para España durante la victoria por 1-0 en la prórroga de su equipo sobre Alemania en las semifinales de la Eurocopa femenina .
La centrocampista defensiva ofreció otra actuación magistral, moviéndose con una inteligencia excepcional y teniendo la visión para lanzar pases largos y cortos a la espalda, creando constantemente oportunidades para sus compañeras de equipo y controlando expertamente el ritmo del juego.
Las estadísticas hablan por sí solas: tocó el balón 143 veces y estuvo muy involucrada durante todo el encuentro. Lideró en varias áreas clave:
Patri ha sido la columna vertebral tanto del Barcelona como de la selección española durante años, ofreciendo actuaciones que rara vez reciben el reconocimiento que merecen.
Muchos expertos coinciden en que, dada su calidad y regularidad, podría haber ganado un Balón de Oro hace mucho tiempo. Sin embargo, su posición en el campo posiblemente no se considera la más glamurosa ni la más destacada, y su crucial labor quizá pase desapercibida.
Pero lo cierto es que España no sería el equipo que es hoy sin Patri. Su capacidad para leer el juego, crear espacios y conectar jugadas es esencial para que las atacantes brillen con libertad.
Sus compañeras de equipo son unánimes en sus elogios. Como describe Alexia Putellas: «Es un privilegio jugar con ella. Es la mejor número seis del mundo (aunque lleve el 12). Lo hace todo más fácil. Cada centímetro de terreno que recorre lo hace con calidad e inteligencia. Es facilísimo jugar junto a Patri».