Hulk Hogan, miembro del Salón de la Fama de World Wrestling Entertainment (WWE), convirtió sus diversos emprendimientos comerciales en un poderoso motor de riqueza antes de su muerte.
Hogan obtuvo ingresos sustanciales no sólo por su tiempo en WWE y World Championship Wrestling, sino también a través de inversiones inmobiliarias, patrocinios y sus líneas de ropa, artículos coleccionables y recuerdos con temática de lucha libre.
También tuvo una carrera en televisión y cine, incluyendo un papel en “Rocky III” y protagonizando su serie de telerrealidad de VH1, “Hogan Knows Best”.
Se le atribuye la creación de una marca importante que no solo sobrevivió mucho más allá de sus días de luchador, sino que perduró hasta su fallecimiento esta semana. Hogan falleció el jueves de una emergencia médica en su hogar de Florida.
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En 2024, se lanzó al mundo de las bebidas y cofundó su propia marca de cerveza, Real American Beer, que describió como una cerveza rubia premium estilo americano. El producto llegó a las estanterías de importantes tiendas como Walmart y Albertsons.
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En mayo, anunció su última aventura deportiva durante su aparición. Hogan, junto con su viejo amigo y socio Eric Bischoff, había estado promocionando el lanzamiento de su nueva organización de lucha libre, Real American Freestyle.
Los expertos en marketing coinciden en que Hogan, cuyo verdadero nombre era Terry Gene Bollea, trató su imagen de luchador como una forma de propiedad intelectual, construyendo estratégicamente una marca personal que se extendió mucho más allá de su carrera en el ring. Según la estratega de marca Laura Burkemper, esa marca personal se convirtió en un activo empresarial duradero.
Con su imagen icónica y sus frases pegadizas , Hogan creó una marca diseñada para licencias, no solo para el ring. Desde videojuegos hasta restaurantes y reality shows, expandió su marca mediante alianzas inteligentes, manteniéndose fiel a su esencia —dijo Burkemper—. Hogan no cambió su identidad. La comercializó. Ese es el poder de una marca personal construida para perdurar.
Aaron Evans, otro experto en marketing y presidente de Story Group, se hizo eco de ese sentimiento y atribuyó a Hogan el mérito de haber “transformado con éxito su carrera de artista deportivo en una marca de estilo de vida, algo que pocos atletas han logrado a su nivel”.
Evans dijo que el éxito de Hogan se puede atribuir a tres principios fundamentales de la marca: autenticidad, consistencia y expansión.
Hogan se inclinó hacia su personalidad auténtica.
“El patriota rojiamarillo, imponente, no era solo un truco publicitario. Era una versión exagerada de sí mismo que la gente podía reconocer al instante y apoyar. Comprendió que el valor de una marca se basa en la familiaridad y la emoción”, dijo Evans.
También pudo mantener la coherencia de la marca, ya sea con su reality show, su mercancía o sus patrocinios, lo que “generó confianza y permitió que su marca trascendiera generaciones”, añadió Evans.
También se convirtió en un rostro familiar durante la campaña presidencial de 2024, haciendo campaña por Donald Trump .
También abrazó la extensión de la marca desde los restaurantes hasta los acuerdos de licencia, según Evans.
Hogan diversificó sus fuentes de ingresos sin perder su identidad. A diferencia de otros que buscan relevancia renovando su marca, Hogan monetizó su legado apostando fuerte por él.