Mucho antes del pequeño libro negro, antes de las teorías conspirativas, antes de que uno muriera por suicidio en la cárcel y otro ascendiera a la Casa Blanca, Jeffrey Epstein y Donald Trump eran los chicos del cartel de los excesos de la ciudad de Nueva York de los años 90.
Fiestas. Modelos. Mansiones.
Bailaron con animadoras en Mar-a-Lago y cenaron con famosos en Manhattan. Trump voló en el jet privado de Epstein entre Nueva York, donde vivían a pocas cuadras de distancia, y Florida, donde poseían mansiones a tres kilómetros de distancia. Sus vidas se cruzaron durante décadas, y Epstein afirmó en una ocasión haberle presentado a Trump a su tercera esposa, Melania .
“Donald Trump y Jeffrey Epstein eran ricos y sensuales con gusto por las jóvenes modelos”, declaró a USA TODAY Michael Gross , autor del libro de 1995 “Modelo: El feo negocio de las mujeres hermosas”. Ahora, su amistad afecta el segundo mandato de Trump en la Casa Blanca.
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Trump no ha sido acusado de ningún delito en el caso Epstein, pero se encuentra entre las docenas de políticos, actores y líderes tecnológicos vinculados al multimillonario, quien fue condenado inicialmente en 2008 por pagar a adolescentes para actos sexuales y acusado en 2019 de participar en una extensa red de tráfico sexual. Epstein falleció antes de ser juzgado por esos cargos.
Aunque murió hace casi seis años, Epstein ahora domina la agenda de Trump en medio de un tornado de indignación desde que la Casa Blanca y el Departamento de Justicia intentaron cerrar el libro sobre el caso después de que el presidente y sus aliados más cercanos, incluido el fiscal general y el director del FBI, pasaron años afirmando que los demócratas habían suprimido evidencia de una “lista de clientes” de Epstein y una conspiración más amplia de abuso infantil.
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“Ya sabemos casi todo lo que hay que saber sobre los archivos de Epstein. La historia ya no es Epstein. Es Donald Trump hablando de Epstein”, dice Mike Rothschild , autor de “La tormenta está sobre nosotros: cómo QAnon se convirtió en un movimiento, una secta y una teoría conspirativa de todo”.
El movimiento MAGA de Trump se ha rebelado después de que los mismos funcionarios que ahora dicen que no existen revelaciones escabrosas sobre Epstein le prometieran esas revelaciones.