El presidente Donald Trump firmó el jueves una orden ejecutiva que prohíbe los pagos “de terceros por jugar” a atletas universitarios, una medida que la Casa Blanca está tomando para frenar las “guerras de ofertas” que han afectado a los deportes universitarios en los últimos años.
La orden, una hoja informativa que fue compartida con antelación a NBC News por un funcionario de la Casa Blanca, señala que recientes fallos judiciales han desmantelado las reglas de transferencia y reclutamiento de la NCAA y “creado un entorno caótico que amenaza la viabilidad financiera y estructural de los deportes universitarios”.
La orden podría enviar ondas de choque al fútbol universitario y al baloncesto masculino, donde el reclutamiento de jugadores en el llamado portal de transferencias se ha convertido en un mercado multimillonario en los últimos años, en el que los mejores equipos gastan decenas de millones para completar sus plantillas.
La orden no se aplicaría a la compensación justa de mercado para los atletas que promocionan marcas, según la Casa Blanca.
La orden también busca proteger los deportes femeninos y sin fines de lucro al exigir que la distribución de ingresos entre las universidades y los atletas universitarios se implemente de una manera que proteja esos programas.
La orden del presidente también señala que un mosaico de leyes en 30 estados ha contribuido a los desequilibrios competitivos en los deportes.
No estaba claro de inmediato cómo se haría cumplir la orden propuesta o qué mecanismos estaban en marcha para garantizar que los ingresos se compartieran de manera más equitativa entre los deportes masculinos y femeninos y los deportes que no generan ingresos.