Resumen
Un álbum de recortes del cumpleaños de Epstein de 2003 contiene un boceto de un desnudo y una carta críptica supuestamente firmada por Trump.
- El Wall Street Journal lo publicó: Trump demandó por 20 mil millones de dólares.
- El Departamento de Justicia confirmó que el nombre de Trump aparece en archivos relacionados con Epstein.
- Trump lo había negado. La evidencia demuestra lo contrario.
- El mundo MAGA se está desmoronando: algunos leales quieren respuestas.
- El Departamento de Justicia enfrenta demandas para revelar los registros del gran jurado de Epstein.
En 2003, alguien le regaló a Jeffrey Epstein un álbum de cumpleaños. En 2025, ese álbum revolucionó la política estadounidense. Lo que parecía una nota descarada —posiblemente escrita por Donald Trump y rodeada de un dibujo desnudo— se ha convertido en una demanda de 20 mil millones de dólares, una crisis de credibilidad para el Departamento de Justicia y un colapso existencial para el mundo MAGA. No solo han resurgido los archivos de Epstein. Son los fantasmas.
La carta de cumpleaños que desató una tormenta política
El 17 de julio de 2025, el Wall Street Journal publicó un informe que detonó como una bomba en medio de un clima político ya de por sí volátil. El titular no hablaba de políticas, acusaciones ni cifras de encuestas. Se trataba de un álbum de cumpleaños. Más concretamente, el álbum del 50.º cumpleaños de Jeffrey Epstein —compilado en 2003 por Ghislaine Maxwell—, que incluía cartas y mensajes de su red de amigos influyentes. Entre las páginas había una nota supuestamente de Donald J. Trump.
¿Qué había en la carta?
El Journal describió un mensaje mecanografiado dirigido a Epstein, rodeado de una mujer desnuda dibujada a mano y firmado como “Donald”. Incluía la frase “tenemos ciertas cosas en común” y cerraba con una nota que le deseaba a Epstein un feliz cumpleaños y aludía a “otro secreto maravilloso”. El tono sugería una broma privada, aunque el Journal no publicó el texto completo textualmente. La publicación no confirmó si la letra o el dibujo eran de Trump, pero publicó la página escaneada del álbum. La insinuación era clara. La carta, tanto en tono como en insinuaciones, sugería familiaridad. Reavivó antiguas preguntas sobre la relación de Trump con Epstein.
La negación de Trump y las amenazas legales
- A pocas horas de conocerse la noticia, Trump respondió con su furia característica:
- Él llamó a la nota “FALSA”.
- Afirmó que “nunca había dibujado una mujer en mi vida”.
- Acusó a The Wall Street Journal y a Rupert Murdoch de impulsar una “campaña de desprestigio globalista”.
- Amenazó con demandarlo por difamación y días después presentó una demanda de 20 mil millones de dólares en un tribunal federal de
Florida. - También exigió que el Departamento de Justicia publique todos los materiales relacionados con Epstein, incluidos los documentos del gran jurado, y dijo: “Que el mundo vea la verdad”.
Las señales contradictorias del Departamento de Justicia
En mayo de 2025, antes del artículo del WSJ, el equipo legal de Trump había sido notificado por el Departamento de Justicia (dirigido por la fiscal general Pam Bondi) de que su nombre aparecía en los expedientes del caso Epstein en múltiples ocasiones. En aquel momento, el equipo de Trump lo negó.
Pero tras la publicación, bajo creciente presión, el Departamento de Justicia admitió: sí, el nombre de Trump aparece en materiales relacionados con Epstein. Varias veces. Habían revisado el álbum de cumpleaños como parte de su investigación años antes, y fue archivado cuando se cerró el caso penal de Epstein tras su muerte.
Eso encendió las alarmas en Washington. ¿Estaba el Departamento de Justicia ocultando información para proteger a Trump? ¿O intentaba distanciarse de un polvorín político?
El mundo MAGA se vuelve contra sí mismo
La base de MAGA, convencida desde hacía tiempo de que los archivos de Epstein expondrían a los demócratas, a las élites tecnológicas y a Hollywood, de repente se enfrentaba a la posibilidad de que su propio líder tuviera más participación de la que se había admitido anteriormente.
Esto desató una guerra civil en el mundo Trump:
- Algunos influencers de MAGA exigieron que todos los archivos de Epstein se publicaran de inmediato.
- Otros culparon al Departamento de Justicia, acusando a Bondi de traicionar al movimiento al no limpiar proactivamente el nombre de Trump.
- Los canales de conspiración se llenaron de teorías: que la carta fue falsificada, plantada o ultrafalsificada por enemigos dentro del Departamento de Justicia o del imperio Murdoch.
Mientras tanto, las comunidades aledañas a QAnon —que habían canonizado a Trump como el vencedor de los traficantes de niños de élite— se quedaron dando vueltas, racionalizando o, en algunos casos, retirándose silenciosamente.
Garabatos, subastas y evidencias antiguas
La negación de Trump de que “nunca dibujé a una mujer en mi vida” fue rápidamente cuestionada.
Los medios de comunicación resurgieron subastas públicas y apariciones benéficas en las que Trump había donado dibujos:
- Un horizonte de Nueva York dibujado con marcador.
- Un garabato de un “árbol del dinero” incluido en su libro de 2010.
- Un boceto firmado del Empire State Building, vendido en una subasta en 2017.
- Ninguna de ellas mostraba desnudos. Pero sí confirmaron que Trump es —y ha sido— perfectamente capaz de dibujar con un rotulador permanente.
- La contradicción no demostró que el dibujo de cumpleaños fuera de Trump. Pero desmintió su negación, sembró dudas y alimentó los ciclos mediáticos en todo el espectro político.
Por qué esto importa?
Revive la conexión entre Trump y Epstein. Trump y Epstein eran conocidos públicamente por su amistad en la década de 1990 y principios de la década de 2000. Trump dijo una vez que a Epstein le gustaban las mujeres hermosas… más jóvenes. Posteriormente, afirmó haber cortado lazos con él. La nota de cumpleaños desmiente esa narrativa de distanciamiento.
Esto genera una batalla legal que Trump no controla. Su demanda de 20 mil millones de dólares es una apuesta arriesgada: si el Journal tiene pruebas que verifiquen la autenticidad de la carta, la demanda podría ser contraproducente. Destruye una narrativa dentro de la base de Trump. Durante años, muchos creyeron que los documentos de Epstein solo perjudicarían a los enemigos de Trump. Ahora, esa suposición está bajo escrutinio. Esto coloca al Departamento de Justicia en un punto de conflicto político. Pam Bondi, otrora aliada de Trump, ahora está acusada por ambos bandos: por retener archivos y por no proteger a Trump con la suficiente firmeza.