Un alto funcionario del Departamento de Estado que fue despedido como redactor de discursos durante el primer mandato del presidente Donald Trump y que tiene antecedentes de declaraciones incendiarias ha sido designado para dirigir el asediado Instituto de Paz de Estados Unidos .
La decisión de nombrar a Darren Beattie como nuevo presidente interino del instituto se considera el último paso en los esfuerzos de la administración por desmantelar la organización, que se encuentra en una situación difícil. Fue fundada como un centro de estudios independiente y sin fines de lucro. Recibe financiación del Congreso para promover la paz y prevenir y erradicar conflictos en todo el mundo. La batalla se está librando actualmente en los tribunales.
El Departamento de Estado confirmó el nombramiento en una declaración a Associated Press el sábado.
Beattie, quien actualmente se desempeña como subsecretario de diplomacia pública del Departamento de Estado y continuará en ese cargo, fue despedido durante el primer mandato de Trump después de que CNN informara que había hablado en una conferencia de 2016 a la que asistieron nacionalistas blancos. Defendió su discurso alegando que no contenía nada objetable.
Beattie, un ex académico que enseñó en la Universidad de Duke, también fundó un sitio web de derecha que compartía conspiraciones sobre el ataque del 6 de enero al Capitolio de Estados Unidos y tiene un largo historial de publicar declaraciones incendiarias en las redes sociales.
“Para que las cosas funcionen, los hombres blancos competentes deben estar al mando”, escribió en octubre de 2024. “Desafortunadamente, toda nuestra ideología nacional se basa en consentir los sentimientos de las mujeres y las minorías, y en desmoralizar a los hombres blancos competentes”.
Un funcionario del Departamento de Estado confirmó el nombramiento de Beattie por parte de la junta directiva del USIP, que actualmente incluye al secretario de Estado Marco Rubio y al secretario de Defensa Pete Hegseth. “Esperamos verlo impulsar la agenda “América Primero” del presidente Trump en este nuevo cargo”, declararon.
El USIP se ha visto envuelto en disturbios desde que Trump decidió desmantelarlo poco después de asumir el cargo como parte de su esfuerzo más amplio por reducir el tamaño del gobierno federal y eliminar agencias independientes.
En febrero , Trump emitió una orden ejecutiva que obligaba al cierre de la organización y otras tres agencias. El primer intento del Departamento de Eficiencia Gubernamental, anteriormente bajo el mando del multimillonario tecnológico Elon Musk, de tomar el control de su sede terminó en un dramático enfrentamiento.
Los miembros del grupo de Musk regresaron días después con el FBI y la Policía Metropolitana de Washington, DC para ayudarlos a ingresar.
La administración despidió a la mayor parte de la junta directiva del instituto, seguido por el despido masivo de casi todos sus 300 empleados en lo que llamaron “la masacre del viernes por la noche”.
El instituto y muchos de los miembros de su junta directiva demandaron a la administración Trump en marzo para evitar su destitución y que DOGE asumiera las operaciones del instituto. DOGE transfirió la supervisión administrativa de la sede y los activos de la organización a la Administración de Servicios Generales ese fin de semana.