Una madre afirma que un bagel con todo le provocó un positivo en una prueba de drogas. De todas formas, el hospital la denunció a los servicios de protección infantil.

Este informe se publica en colaboración con The Marshall Project , una organización de noticias sin fines de lucro que cubre el sistema de justicia penal de EE. UU.

Una madre primeriza de Alabama está advirtiendo a sus pacientes embarazadas después de decir que comer un “bagel con todo” en el desayuno antes de dar a luz a su segundo hijo trastornó a su familia la primavera pasada.

Todo surgió a partir de los resultados inesperados de una prueba de drogas en orina, una prueba rutinaria realizada a miles de pacientes de maternidad en todo el país. Esto ilustra los hallazgos de una investigación conjunta entre ” Sunday Morning” y el Proyecto Marshall, que halló que el porcentaje de falsos positivos en las pruebas de drogas en orina llegaba al 50%.

“Una experiencia extracorpórea”
“Fue casi como una experiencia extracorpórea. De verdad que no podía creer lo que estaba pasando”, declaró Katie, de Huntsville, quien pidió que solo se la llamara por su nombre, a ” Sunday Morning”. Se sorprendió al enterarse de que había dado positivo en la prueba de opiáceos.

El bagel que Katie comió estaba sazonado con semillas de amapola, que provienen de la misma planta que se cultiva para la producción de opiáceos como la morfina y la codeína, y que puede provocar un falso positivo en la prueba de opiáceos. Este hecho está bien documentado. De hecho, el Departamento de Defensa de EE. UU. incluso emitió una advertencia en 2023 a los militares: «El consumo de productos derivados de la semilla de amapola podría dar positivo en un análisis de orina para la codeína».

Un fallo de la Corte Suprema de 2001 determinó que las pacientes de maternidad no pueden someterse a pruebas de drogas ilegales sin su consentimiento informado o una orden judicial válida si el único propósito de la prueba es obtener evidencia de conducta delictiva para fines policiales. Sin embargo, muchos hospitales realizan pruebas rutinarias a sus pacientes, argumentando que tienen una finalidad médica. Katie aceptó lo que creía que era una prueba rutinaria de drogas, simplemente pensando que no tenía de qué preocuparse.

“Firmé y dije: ‘Sí, está bien'”, explicó Katie, quien se hizo la prueba de drogas antes de dar a luz. “No tomé ningún medicamento sin receta. No tomé Tylenol”.