Daniel Ortega, quien gobierna Nicaragua junto a su esposa y copresidenta Rosario Murillo, ha pedido la “desaparición” de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En un discurso televisado por los canales estatales, Ortega afirmó que la ONU “ya no sirve para nada”, según informó EFE .
Añadió: “Hay que refundarla, y refundarla significa su desaparición”.
El discurso se pronunció el sábado durante un acto conmemorativo del 46.º aniversario de la Revolución Sandinista, un levantamiento político que derrocó a la dictadura de Somoza en 1979. La familia Somoza gobernó Nicaragua durante 44 años, durante los cuales fueron asesinadas aproximadamente 50.000 personas . El 19 de julio se celebra como feriado nacional desde 1980.
Ortega afirmó que la ONU está unida por los poderosos y quienes ejercen el poder atómico. También alegó que la organización no respondió adecuadamente a la agresión sionista de Israel y Estados Unidos, alegando que intentan hacer desaparecer a Palestina.
Describió a Israel como “criminales confesos”, afirmando que el Estado está “armado por los europeos, armado por Estados Unidos, porque quieren apoderarse de toda la región, y lo hacen en silencio. Matan a diario”.
Continuó afirmando que la ONU “no es más que un instrumento de los países imperialistas, de los países que quieren dominar el mundo”.
Ortega procedió a condenar a Estados Unidos por su política migratoria y las deportaciones de inmigrantes venezolanos y salvadoreños: “crímenes” que, según el presidente, la ONU no se esforzó lo suficiente por prevenir. Preguntó: “¿Y qué dice la ONU? ¿Qué hace la ONU? Los crímenes son evidentes”.
No hubo jefes de Estado presentes en el evento, pero un representante de China habló en la ceremonia, afirmando que había habido un “gran salto” y una “profundización integral” de las relaciones diplomáticas entre los dos países, y agregó que China está ansiosa por “aumentar y profundizar la cooperación bilateral”.
El ministro de Asuntos Exteriores de Palestina, Varsen Aghabekian, fue el funcionario de más alto rango presente.
En febrero, el gobierno de Nicaragua se retiró del Consejo de Derechos Humanos de la ONU después de que la organización publicara un llamado a la comunidad internacional para abordar las violaciones de derechos humanos cometidas por el gobierno de Ortega y Murillo.
En el informe, la ONU acusó al gobierno de haber “transformado el país en un estado autoritario donde no existen instituciones independientes”, instando a tomar medidas legales. Murillo calificó el informe de “falsedades” y “calumnias”.
Cuatro meses después, en junio, Nicaragua se retiró de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR). La decisión se produjo después de que el gobierno acusara a la ONU de publicar informes “sesgados y parciales” sobre los nicaragüenses que habían huido del país y buscado refugio en el extranjero.
En un informe, el ACNUR afirmó que las necesidades humanitarias estaban alcanzando “niveles críticos” en Costa Rica debido a un aumento en el número de refugiados procedentes de Nicaragua, mientras que otro afirmó que “la gente estaba huyendo a Costa Rica a diario”.
Una carta publicada por el gobierno de Nicaragua acusó a la ONU de ser “un instrumento de manipulación, doble moral e injerencia en los asuntos internos de los Estados”.