PARÍS: El presidente francés, Emmanuel Macron, espera que el reconocimiento formal de un Estado palestino por parte de su país en la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre anime a otros a seguir su ejemplo, según analistas. El anuncio se realizó el jueves 24 de julio.
Está previsto que los enviados internacionales discutan una solución de dos Estados para el conflicto israelí-palestino a principios de la próxima semana en Nueva York, antes de una nueva cumbre copatrocinada por Francia antes de la reunión de la ONU en septiembre.
¿POR QUÉ AHORA?
La declaración de Macron se produjo en un momento en que se agudizaba la alarma internacional por la crisis humanitaria en Gaza, donde más de dos millones de palestinos se enfrentan a condiciones desesperadas en medio de la guerra en curso de Israel contra Hamás. Organizaciones de ayuda humanitaria han advertido sobre la hambruna masiva y el colapso sanitario en todo el enclave.
“El sentido de urgencia puede haber impulsado al presidente a seguir adelante solo”, dijo Gerard Araud, ex embajador de Francia en Israel.
Más allá de las preocupaciones humanitarias y de las “declaraciones impactantes de algunos ministros israelíes” sobre Gaza, Macron también puede haber sido influenciado por presiones políticas internas, dijo David Khalfa, de la Fundación Jean Jaurès.
La guerra ha provocado tensiones en Francia, que alberga la mayor comunidad musulmana de la Unión Europea y una de las mayores poblaciones judías fuera de Israel y Estados Unidos.
¿CUAL ES EL PLAN?
Francia ha apoyado durante mucho tiempo una solución de dos Estados, un Estado palestino independiente que conviva en paz con Israel.
Macron propuso inicialmente un reconocimiento coordinado de Palestina, idealmente junto con un acuerdo de normalización entre Arabia Saudí e Israel. Ante el estancamiento de este enfoque, Macron optó por avanzar en solitario, con la esperanza de generar impulso antes de las reuniones de la ONU.
“La idea es tener poco más de un mes para que otros países puedan hacer un anuncio más amplio en Nueva York”, dijo Amélie Férey, analista del Instituto Francés de Relaciones Internacionales. “El Reino Unido y Canadá podrían seguir el ejemplo”.
¿Funcionará?
Francia, Gran Bretaña y Canadá estuvieron entre los 25 países que el lunes pidieron el fin de la guerra en Gaza, afirmando que la escala del sufrimiento civil había “alcanzado nuevas profundidades”.
El primer ministro británico, Keir Starmer, está bajo presión del Partido Laborista para que actúe. «Quiere actuar en sintonía con otros países y utilizar el reconocimiento como arma en las negociaciones para un alto el fuego en Gaza», declaró Mujtaba Rahman, del Grupo Eurasia.
Sin embargo, Starmer puede dudar en provocar a Washington mientras el presidente Donald Trump llega a Escocia el viernes, con las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y el Reino Unido aún pendientes.
¿POR QUÉ ASOCIARSE CON RIAD?
Aunque Francia tiene poca influencia directa sobre el conflicto, espera desempeñar un papel central en la diplomacia de la posguerra junto a Arabia Saudita.
París y Riad están desarrollando una hoja de ruta que incluye aislar y desarmar a Hamas, celebrar elecciones palestinas en 2026 y formar un gobierno tecnocrático, según Camille Lons del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.
También podrían presentarse propuestas para una fuerza de paz de la ONU que podría contar con personal egipcio. El objetivo, según Lons, es generar apoyo regional para marginar a Hamás, incluso de países como Qatar, que mantiene estrechos vínculos con el grupo.
¿ES REALISTA?
Aun así, algunos analistas advierten que la iniciativa es una mera aspiración. «Todo esto está bastante alejado de la realidad», afirmó Lons.
Férey añadió que el actual gobierno de Israel parece oponerse totalmente a la idea de un Estado palestino.
Tras casi dos años de guerra tras el ataque de Hamás en octubre de 2023 contra el sur de Israel, Gaza ha sido devastada por los bombardeos israelíes. Mientras tanto, el gobierno israelí continúa expandiendo los asentamientos en la Cisjordania ocupada, que sigue siendo fundamental para cualquier futuro Estado palestino.
Aproximadamente 500.000 israelíes viven en asentamientos de Cisjordania considerados ilegales según el derecho internacional. Tres millones de palestinos también residen allí. En la Jerusalén Oriental anexionada, otros 200.000 residentes judíos complican la posibilidad de una partición.
Khalfa señaló que es poco probable que Arabia Saudita normalice las relaciones con Israel mientras el primer ministro Benjamin Netanyahu, acusado por los críticos de prolongar la guerra para mantenerse en el poder, permanezca en el cargo.