Los sobrevivientes de cáncer ahora pueden donar sangre un año después de su último tratamiento tras una reestructuración de la elegibilidad.

Los sobrevivientes de algunos tipos de cáncer podrán donar sangre y plasma un año después de completar el tratamiento, según los cambios en la elegibilidad para la donación anunciados el martes.

Anteriormente, los ex pacientes de cáncer tenían que esperar cinco años después de su último tratamiento antes de poder donar.

Según las nuevas reglas, los sobrevivientes de cáncer que deseen donar pueden hacerlo después de sólo un año, siempre que tengan un certificado médico que confirme que están en remisión y cumplan con otros criterios de salud.

“El cáncer no se transmite a través de transfusiones de sangre, por lo que podemos reducir de forma segura ese tiempo de espera de cinco años a doce meses”, dijo Zoe Ross, portavoz de Lifeblood de la Cruz Roja Australiana.

Las personas que han tenido cáncer de sangre no están incluidas en el cambio de elegibilidad y aún así no pueden donar.

Los pacientes con cáncer constituyen el grupo más grande de receptores de sangre donada en Australia y a menudo dependen de transfusiones de sangre y medicamentos de plasma mientras se someten a quimioterapia o cirugía.

Se necesitan cuatro donantes para crear una bolsa de plaquetas, y un paciente con leucemia aguda puede utilizar hasta nueve bolsas de plaquetas al mes.

Los pacientes con cáncer utilizan alrededor de 11.000 donaciones de sangre cada semana, y la Sra. Ross dijo que una vez que entran en remisión, muchos sobrevivientes a menudo están ansiosos por ponerse manos a la obra.

“La comunidad está recibiendo muy bien este cambio y espera con ansias la oportunidad de poder contribuir y ayudar a marcar la diferencia en algo que ellos mismos han vivido”, dijo la Sra. Ross.

‘Me salvó la vida’
A Hayley Butler le diagnosticaron cáncer de recto en etapa 3 en 2020, el día antes del quinto cumpleaños de su hija, y se sometió a 25 rondas de radiación.

Desarrolló una infección y después de drenarla, los médicos descubrieron que la Sra. Butler tenía una serie de tumores a lo largo de su columna vertebral.

Le extirparon quirúrgicamente una parte importante de la zona pélvica interna y del coxis, y ahora tiene un estoma permanente.Durante la cirugía que duró casi 12 horas, contó con sangre, plasma y plaquetas donadas.