Los fanáticos quedaron divididos sobre qué hacer con respecto a la huelga de los trabajadores de las concesiones de Fenway Park mientras asistían a la muy esperada serie de los Boston Red Sox contra los Los Angeles Dodgers.
La huelga comenzó el viernes y se extenderá hasta el domingo. Los trabajadores, representados por Unite Here Local 26, exigen al proveedor de alimentos Aramark que les ofrezca un mejor salario que refleje los salarios de la ciudad y de otros estadios. También exigen que se deje de reemplazar a los trabajadores con cajeros automáticos.
“Simplemente les pedimos que respeten la línea de piquete y consigan comida y bebida en otro lugar”, dijo Madeline Rivera, una trabajadora de una concesión en huelga, mientras permanecía junto a sus colegas cantando por un cambio.
Cuando los fanáticos ingresaron al estadio para el segundo juego de una serie de fin de semana entre los Red Sox y los Dodgers, algunos fanáticos optaron por traer su propia comida al juego.
“Estamos totalmente de acuerdo”, dijo Margo Healey. “Fenway genera mucho dinero, y esta gente merece que le paguen como debe ser”. Ken añadió: “No les cobremos diez dólares por una cerveza y luego les saquemos el dinero a estos pobres”.
A pesar de la solidaridad de algunos, fanáticos como Dan Finn le dijeron a WBZ-TV que evitar compras en el estadio sería un desafío.
“Es un juego muy largo, y la gente tiene sed y hambre. Así que, si necesito algo, por desgracia, puede que tenga que hacerlo”, admitió Finn.
Se enviaron trabajadores de reemplazo para atender los puestos de comida en Fenway Park durante los partidos. Debido a la ausencia de estos trabajadores, los aficionados comentan que han notado filas más largas en los puestos de comida.
“Vi una fila de helados, había al menos 75 personas haciendo fila”, recordó Sandy Kershaw, un fanático del juego del viernes por la noche.
No hacer huelga contra los Red Sox
Carlos Aramayo, presidente de Unite Here Local 26, enfatizó que la huelga no es contra los Red Sox ni para incomodar a los fanáticos, sino más bien la forma en que el sindicato lucha por un salario justo.
“No hay manera de que en un estadio como este, con un grupo propietario como los Red Sox, que tiene tanto dinero, tengamos gente ganando salarios de pobreza”, dijo Aramayo.
Los Medias Rojas dijeron el viernes que no son parte de las negociaciones, pero se mantienen en contacto con Aramark.
Aramark emitió un comunicado el viernes diciendo: “Hemos negociado de buena fe y estamos decepcionados de que el sindicato haya rechazado nuestra última oferta y haya decidido convocar una huelga”.
A menos que se cumplan sus demandas, Aramayo dice que el sindicato volverá a realizar el piquete el domingo por la tarde, en el juego final de la serie muy esperada de este fin de semana.