Las principales empresas siderúrgicas de Rusia se enfrentan a una crisis financiera cada vez más profunda a medida que el aumento de las tasas de interés, la disminución de la demanda y la expansión de las sanciones reducen drásticamente su acceso a los mercados de exportación, amenazando la viabilidad de una industria que durante mucho tiempo ha sido una piedra angular de la economía rusa.
Los principales productores informaron ganancias dramáticamente debilitadas para el primer semestre de 2025.
Magnitogorsk Iron and Steel Works (MMK), uno de los mayores productores de acero de Europa y el segundo de Rusia en términos de producción, informó una caída de casi nueve veces en sus ganancias, a 5.600 millones de rublos (70,6 millones de dólares).
Los ingresos cayeron un tercer nivel interanual, mientras que el flujo de caja se volvió negativo en el segundo trimestre, con salidas que excedieron los ingresos en 4.900 millones de rublos (62 millones de dólares).
MMK es propiedad del multimillonario Viktor Rashnikov, cuyo patrimonio neto Forbes estima en 9.600 millones de dólares.
A Severstal, controlada por Alexei Mordashov, el segundo hombre más rico de Rusia con una fortuna estimada en 28.500 millones de dólares, le fue aún peor.
El impacto fue inmediato: dos petroleros programados para cargar diésel en el puerto de Vadinar, en Nayara, cancelaron sus pedidos y partieron sin carga. Otro buque, que transportaba 700.000 barriles de crudo Urals, fue desviado a un destino diferente.