La contaminación por estufas de leña es un asesino silencioso. Aquí es donde el humo es peor.

Cada año, el frío invernal trae una neblina ambiental de humo de estufas de leña a los suburbios, calles y casas del sur de Australia.

Este humo puede agravar el asma, dividir a los vecinos y obligar a la gente a quedarse en casa.

Ahora, un nuevo modelo ofrece un panorama más claro de su impacto en la salud del país.

El Centro para el Aire Seguro de la Universidad de Tasmania estima que la exposición prolongada al humo de estufas de leña causa 729 muertes prematuras cada año en Australia, lo que supera las muertes atribuibles a las emisiones de la flota nacional de 20 millones de vehículos, o a la generación de energía, o incluso a los incendios forestales.

Junto con esta cifra, el Centro ha construido el primer mapa nacional de emisiones de estufas de leña y muertes atribuibles a estas emisiones, con una resolución que puede identificar grupos de suburbios con mayor riesgo.

Las presiones del costo de vida, los aumentos en los precios de la energía y el auge de las ventas de calentadores de leña durante la COVID pueden significar que más casas quemen leña que nunca.

Mientras tanto, los australianos son cada vez más conscientes de que el humo es un riesgo para su salud.

Los conflictos vecinales sobre este tema parecen estar aumentando.

Aquí es donde el humo es peor y donde la exposición a largo plazo cuesta más vidas.

Mapa nacional de la contaminación por estufas de leña
El Centro para el Aire Seguro combinó lecturas de contaminación por partículas de toda Australia con encuestas sobre el uso de estufas de leña para generar su mapa nacional de contaminación por estufas de leña.

Centrémonos en las ciudades del sureste de Australia, donde hay la mayor concentración de estufas de leña.

El mapa a continuación muestra las emisiones totales de estufas de leña en kilogramos por año en 2015.

Como era de esperar, el humo de la madera suele ser más denso en las zonas regionales.

Ciudades como Armidale en Nueva Gales del Sur o Devonport en Tasmania tienen problemas de humo bien documentados.

“En comunidades pequeñas donde una de cada dos personas tiene una estufa de leña, se forma una nube de humo muy densa”, dijo Fay Johnston, investigadora principal del centro.

De hecho, cuando analizamos su impacto en la salud pública, o cómo el humo de leña afecta a la población en su conjunto, descubrimos que causa más daño en las capitales que en las zonas regionales.