El programa nuclear de Irán puede reconstruirse: solo un cambio de régimen puede garantizar la paz, afirma un ex funcionario de inteligencia alemán.

En una conferencia celebrada en Berlín el 24 de julio de 2025, el Dr. Rudolf Adam, exvicepresidente del servicio de inteligencia alemán y expresidente de la Academia Federal de Política de Seguridad, advirtió que, a pesar de los recientes ataques a sus instalaciones nucleares, el régimen conserva la experiencia y la determinación para reconstruir su programa en pocos años. Argumentó que solo un cambio de régimen desde dentro, liderado por el pueblo iraní, puede traer una paz duradera y poner fin al apoyo de Teherán al terrorismo.

El Dr. Adam atribuyó el fracaso de sanciones y acuerdos anteriores, como el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), a la falta de aplicación y a la duplicidad estratégica del régimen. Enfatizó que las ambiciones nucleares de Teherán no están motivadas por el orgullo nacional, sino por la necesidad desesperada de supervivencia del régimen. También advirtió contra los intentos externos de cambio de régimen, insistiendo en que un cambio duradero en Irán debe provenir desde dentro, liderado por una población iraní segura y capaz.

Elogiando al CNRI y su Plan de Diez Puntos , Adam afirmó que presenta una alternativa política seria e instó a los responsables políticos occidentales a ir más allá de las sanciones simbólicas. «Solo un cambio de régimen», concluyó, «puede acabar con el apoyo de Irán al terrorismo y restaurar la dignidad de su pueblo».

Me resulta difícil añadir mucho tras la convincente petición del Embajador Joseph. Comparto plenamente sus dos puntos centrales:

En primer lugar, debemos apoyar al pueblo iraní en su búsqueda de la autodeterminación.
En segundo lugar, el peligro que representa el régimen iraní va mucho más allá de sus ambiciones nucleares.

Aún así, me gustaría complementar sus argumentos con algunas reflexiones adicionales.

Los ataques estadounidenses e israelíes del mes pasado asestaron duros golpes a la infraestructura nuclear iraní. Figuras clave de la élite militar y política iraní murieron. Las centrifugadoras de Natanz y Fordow sufrieron graves daños, y el centro de investigación de Isfahán quedó prácticamente destruido. El régimen se encuentra ahora más débil que en años.

Sin embargo, no hay motivo para el triunfalismo. Lo destruido se puede reconstruir. Los muertos ya han sido reemplazados. No se puede bombardear el conocimiento que hay en la mente de las personas.