¡Salud! Con opciones como una margarita clásica, un tequila sunrise afrutado o incluso solo con hielo, brinden para celebrar el Día Mundial del Tequila el 24 de julio de 2025.
Originaria de México como el “Día Nacional del Tequila”, esta celebración honra el arduo trabajo de los agricultores de agave y los tequileros, así como la bebida nacional de México. Originario del estado de Jalisco, el tequila tiene un significado que va más allá de ser una bebida alcohólica; forma parte de la historia y la cultura del país.
El primer sorbo
Desde la época precolombina, los aztecas sentían una profunda devoción por el agave, cuya savia fermentada —el pulque— se utilizaba en contextos religiosos. Era importante en la vida de los indígenas mexicanos, quienes lo personificaban a través de Mayahuel, la diosa de la fertilidad.
Los conquistadores españoles trajeron consigo técnicas de destilación (es decir, procesos de separación) que, después de la experimentación, convirtieron el pulque en mezcal.
El proceso se trasladó al pueblo de Tequila, en Jalisco, que se convirtió en el centro de producción de mezcal. El aguardiente finalmente adoptó el nombre del pueblo, convirtiéndose en una de las bebidas por excelencia de México: el tequila.
En el siglo XVIII, la familia Cuervo fue una de las primeras en iniciar la producción comercial de tequila, y su hijo, José Cuervo, aprendió su elaboración desde niño. Sin embargo, a principios del siglo XX, se establecieron regulaciones para definir las zonas de producción de tequila y proteger su nombre.
Avanzamos rápidamente hasta el día de hoy, donde el tequila es una bebida espirituosa reconocida mundialmente, elaborada exclusivamente con agave azul en regiones específicas de México, cumpliendo estrictos estándares de producción de larga data.
La fabricación antes de la mixología
Simplificando, la fabricación del tequila es un proceso de siete pasos.
Paso 1: Los agricultores de agave, o jimadores, cosechan las plantas de agave azul y quitan sus hojas puntiagudas, sujetando el corazón de la planta: la piña.
Paso 2: Las piñas se cocinan —en hornos tradicionales al aire libre o en máquinas autoclave— para ablandarlas y convertir sus almidones en azúcares.
Paso 3: Las piñas cocidas se trituran para extraer un jugo azucarado, comúnmente conocido como ‘mosto’ o ‘aguamiel’.
Paso 4: El mosto se mezcla con agua y levadura en tanques de fermentación. Los hongos convierten los azúcares en alcohol, produciendo un líquido conocido como mosto fermentado.
Paso 5: El líquido fermentado se destila (separa) varias veces; a menudo en alambiques de cobre para aumentar el contenido de alcohol y eliminar impurezas.
Paso 6: Para preparar el tequila para el consumo, éste puede añejarse en barricas de roble, lo que afecta su color, sabor y aroma, antes de ser embotellado y despachado.