Un avión de pasajeros de Delta Air Lines abortó el despegue esta semana en Ciudad de México después de que su tripulación de vuelo observó otro avión aterrizando frente a él en la misma pista.
El incidente del lunes, que afectó al vuelo 590 de Delta, ocurrió pocos días después de que un piloto de un vuelo de SkyWest Airlines, operado por Delta Air Lines, se viera obligado a realizar una maniobra agresiva para esquivar un bombardero B-52 de la Fuerza Aérea estadounidense. Otro vuelo de Delta también sufrió un aparente incendio en el motor poco después de despegar de Los Ángeles la semana pasada, lo que lo obligó a regresar.
“Dado que nada es más importante que la seguridad de nuestros clientes y personal, Delta cooperará plenamente con las autoridades mientras se investigan las circunstancias de este vuelo”, declaró un portavoz de Delta sobre el incidente en la Ciudad de México. “Agradecemos las acciones de la tripulación para mantener la conciencia situacional y actuar con rapidez, como parte del extenso entrenamiento de Delta”.
El portavoz indicó que el Boeing 737-800, con 144 pasajeros, dos pilotos y cuatro auxiliares de vuelo a bordo, iniciaba su despegue hacia Atlanta la mañana del lunes cuando la tripulación avistó otro avión aterrizando frente a ellos. Dicho avión fue identificado en los medios como un Embraer E190 operado por Aeroméxico.
El B-52 se encontraba en la ruta de vuelo aprobada por la FAA antes de que el avión regional de Delta casi cayera, dice la Fuerza Aérea
La tripulación de vuelo detuvo el despegue de forma segura y regresó a una puerta del aeropuerto, según el portavoz.
Luego de cargar combustible adicional y consultar con los funcionarios de seguridad y operaciones de vuelo de Delta, el avión partió de la Ciudad de México hacia Georgia unas tres horas después.
El portavoz de Delta también dijo que la aerolínea presentó informes a las autoridades de aviación en México, así como a la Administración Federal de Aviación y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos.
Las autoridades dijeron que el vuelo 590 de Delta y el vuelo 1631 de Aeroméxico estaban a solo 200 pies de distancia en el momento del incidente, y que el avión de Delta solo alcanzó velocidades de aproximadamente 60 mph antes de frenar, según WSB-TV.
“Estamos trabajando en estrecha colaboración con las autoridades correspondientes para realizar una investigación detallada”, declaró un portavoz a Simple Flying . “En Aeroméxico, la seguridad de nuestros clientes y empleados es, y siempre será, nuestra máxima prioridad”.