Arrestan a un anciano de Aichi y ex víctima de fraude por fraude

A pesar de los esfuerzos de las fuerzas del orden, el gobierno y las instituciones financieras, el problema del fraude especial ( tokushu sagi ) sigue muy extendido en Japón. En este caso, los estafadores se hacen pasar por familiares , policías , estrellas de rock , jugadores de béisbol , astronautas y otros, por teléfono o redes sociales, para convencer a la gente de que les entregue dinero mediante transferencias bancarias o entregándolo directamente a los cobradores .

Y el problema no solo no ha mostrado señales de disminuir, sino que parece estar evolucionando de forma extraña. Este nuevo desarrollo se descubrió con el arresto de un residente de 73 años de la ciudad de Nagoya, prefectura de Aichi, por su participación en un plan de fraude especial .

El 2 de junio, el hombre se hizo pasar por policía y fue al domicilio de una mujer de 88 años en la ciudad de Kasugai para retirar dos de sus tarjetas bancarias . Previamente, un cómplice la había llamado por teléfono, haciéndose pasar por policía, y le informó que se había transferido a su cuenta una gran cantidad de dinero utilizada en actividades ilegales y que debían confiscarla. Tras su arresto, el hombre declaró que no era la primera vez que actuaba como recaudador.

▼ Los estafadores son el peldaño más bajo en la escalera del fraude, ya que siempre son ellos los que quedan atrapados con la bolsa en la mano.

Este caso dio un giro inesperado cuando se reveló que él mismo fue víctima de un fraude especial y perdió cerca de 120 millones de yenes (815.000 dólares estadounidenses) en una trama similar que involucraba a un falso policía que afirmaba tener fondos ilegales en su cuenta. La policía investiga si el mismo grupo que le robó el dinero lo exploró después , sabiendo que necesitaba dinero.

Los comentarios en línea se sorprendieron por el grado en el cual el fraude había afectado la vida de este hombre en sus últimos años, pero no llegaron a expresar mucha simpatía ya que él mismo asumió la responsabilidad de convertirse en parte del problema.

Cuando se trata de atrapar víctimas de fraude, todo se reduce a cifras y probabilidades. Incluso con un 0,01 % de probabilidad de encontrar a alguien que desconozca el fraude especial, eso sigue representando unos 10 000 objetivos potenciales en Japón. La única manera de reducir esas probabilidades es seguir alertando sobre este problema para que todos estén al tanto de las señales, a la vez que nos mantenemos al día con las tácticas cambiantes de los propios ladrones.