Ante rumores de salida de Iberdrola, Sheinbaum defiende la reforma eléctrica de México

En medio de informes de que el gigante eléctrico español Iberdrola podría vender sus plantas de energía en México, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum dijo el jueves que México está abierto a la inversión del sector privado en la generación de energía.

“La inversión privada en generación eléctrica es viable… y hay certeza jurídica”, dijo Sheinbaum en su conferencia de prensa diaria en Ciudad de México el jueves.

El periódico digital español El Confidencial informó esta semana que Iberdrola ha contratado a Barclays para organizar la venta de 15 plantas de energía en México por aproximadamente 4.700 millones de dólares.

El periódico señala que Iberdrola quiere centrarse en mercados donde hay mayor seguridad jurídica para los inversores.

Los fondos de infraestructura con sede en Estados Unidos están interesados en los activos, según el informe.

El presidente ejecutivo de Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán, dijo el miércoles en una teleconferencia sobre los resultados del segundo trimestre que no hacía comentarios sobre los rumores.

Sheinbaum dijo que no tenía información sobre una posible desinversión por parte de la empresa.

“Si esta información es realmente precisa, no hay problema”, dijo Sheinbaum. “Hay muchas empresas que quieren seguir participando en la generación eléctrica en México… las reglas son muy claras”.

En marzo, Sheinbaum firmó la ley de reformas eléctricas que reservan el 54% del mercado para la empresa estatal de servicios públicos CFE y hacen que la planificación estatal sea vinculante para el sector.

Sheinbaum dijo el jueves que el gobierno quiere ver inversión del sector privado de hasta 6GW de capacidad de generación, principalmente de energía renovable.

Iberdrola cuenta con 590 MW de parques eólicos terrestres y 640 MW de parques solares fotovoltaicos en México, además de 1,2 GW de plantas de turbinas de gas de ciclo combinado y 200 MW de capacidad de cogeneración.

En 2024, la empresa vendió 12 centrales de ciclo combinado y un parque eólico a un fideicomiso controlado por el gobierno por 6.200 millones de dólares.