Un desgarrador video de un repartidor en China rompiendo a llorar a mitad de su turno ha generado gran interés en redes sociales. El video viral revela el intenso desgaste físico y emocional del trabajo en la economía colaborativa. El hombre, vestido con un uniforme amarillo de repartidor y casco, llora desconsoladamente mientras comparte la agotadora realidad de su día a día.
Afirmaba que su trabajo lo dejaba cansado todos los días tras trabajar 10 horas diarias y no tenía forma de descansar. “Ahora reparto comida 10 horas al día, exhausto como un perro, y no me atrevo a relajarme ni un segundo, porque en cuanto lo hago, la vida me castiga con el estómago vacío. ¿Cómo no iba a sentirme ansioso?”, dice en el vídeo.
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El hombre se arrepiente de no haber trabajado duro mientras estudiaba y comparte su pesar por haber abandonado la escuela. “Si me dieran otra oportunidad, sin duda estudiaría con ahínco en lugar de abandonarla tan joven”, dice entre sollozos.
Añade que era testarudo y abandonó la escuela a pesar de las advertencias de sus profesores. El constante agotamiento físico y el estrés no le permitían mantener a sus padres.
Un técnico indio que se mudó a Estados Unidos en busca del sueño americano ha revelado que, incluso después de una década en el país y de obtener títulos de élite, no logró construir una vida plena allí. En una publicación profundamente personal de Reddit titulada “Incapaz de construir una vida en Estados Unidos. ¿Qué sigue?”, un profesional tecnológico de 32 años detalla cómo él y su esposa, ambos empleados de FAANG con ingresos anuales combinados de 1,35 millones de dólares, se encuentran emocional y físicamente agotados.
“No puedo darles a mis padres la vida que se merecen, ni siquiera puedo vivir la vida que quiero. Me rompe el corazón. ¿Pero con quién puedo hablar de esto?”, dice.
La historia del repartidor conmovió a muchos en línea. El año pasado, un repartidor en China murió mientras dormía una siesta en su bicicleta tras un turno de 18 horas. Sus amigos afirmaban que era el único sostén de la familia y que a veces dormía solo tres horas antes de volver al trabajo.