MIRA: El mega-resort abandonado de España resurge de sus cenizas y tiene como objetivo a los turistas británicos.

Un complejo turístico español que en su día prometía ser el destino vacacional definitivo, con tres campos de golf, una pista de esquí artificial y playas de arena caribeña importada, ha cobrado nueva vida.

Marina d’Or, en Oropesa del Mar, Castellón, era un sueño vacacional cuando comenzó su construcción en el año 2000.

Durante siete años, los promotores construyeron más de 12.000 apartamentos en lo que se convertiría en uno de los complejos vacacionales más ambiciosos de España.

La visión era grandiosa: además de los campos de golf y las instalaciones de esquí planificados, el complejo contaría con zonas temáticas inspiradas en países de todo el mundo.

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