Las enfermedades neurodegenerativas cerebrales siguen representando un importante desafío médico, sin cura conocida. Entre ellas, la enfermedad de Alzheimer es la más prevalente en adultos mayores y afecta a millones de personas en todo el mundo. Afecta gravemente el funcionamiento diario y supone una carga significativa tanto para las familias como para los sistemas de salud.
Aunque la causa exacta de la enfermedad de Alzheimer sigue siendo incierta, una teoría científica predominante sugiere que las infecciones virales podrían desempeñar un papel importante en su desarrollo. Según esta teoría, el virus del herpes simple (VHS), un herpesvirus común que suele causar herpes labial, infecta las células cerebrales y puede desencadenar inflamación y degeneración neuronal. La evidencia que respalda esta teoría incluye una fuerte correlación entre la infección por VHS y la enfermedad de Alzheimer, junto con hallazgos que indican que los tratamientos antivirales podrían reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Esta teoría se ve corroborada por descubrimientos recientes sobre el virus de Epstein-Barr (VEB), otro miembro de la familia del herpes, que desempeña un papel importante en el desarrollo de la esclerosis múltiple. Si bien el VHS y el VEB son virus distintos asociados con distintas enfermedades neurodegenerativas, ambos casos refuerzan la idea general de que las infecciones virales latentes pueden tener efectos duraderos considerables en la salud cerebral.
El VHS pasa parte de su tiempo en un estado inactivo, conocido como fase latente. Durante esta fase, el virus permanece latente dentro de las células infectadas, pero puede reactivarse (empezando a replicarse y propagarse a otras células del organismo) cuando las condiciones son favorables. Con más del 70 % de la población mundial ya infectada por el VHS, esta teoría conlleva importantes implicaciones para la salud pública.