El miedo a las agujas es un motivo común para evitar las vacunas, incluso entre muchos adultos . Ahora, los investigadores han ideado una alternativa bastante ingeniosa: el hilo dental.
Dirigidos por un equipo de la Universidad Tecnológica de Texas, los investigadores identificaron primero una superficie a menudo pasada por alto en la boca como punto de entrada para las vacunas: el epitelio de unión (EJ), que se encuentra donde las encías se unen a los dientes.
La encía endoscópica (JE) es permeable por diseño, ya que permite que las células inmunitarias se desplacen y defiendan la cavidad oral del ataque bacteriano. Los investigadores se preguntaron si esto también podría convertir a esta parte de la boca en un objetivo adecuado para las vacunas.
“Planteamos la hipótesis de que esta permeabilidad del JE podría acelerar la entrada de antígenos de la vacuna, y la abundancia de células inmunes en este microambiente podría provocar una respuesta inmune adaptativa”, escriben los investigadores en su artículo publicado recientemente.
La administración de medicamentos al JE se complica debido al aislamiento del tejido dentro de la línea de las encías, por lo que realmente no se ha considerado como un lugar potencial para la introducción de vacunas .
Ahí es donde entra en juego el hilo dental, que es perfecto para llegar a espacios reducidos.
Los investigadores probaron su hipótesis recubriendo hilo dental con diferentes tipos de vacunas y probándolas en ratones durante un período de varias semanas.
Hubo numerosos indicadores alentadores: se observaron fuertes respuestas inmunes en la boca y en todo el cuerpo de los ratones, y la vacuna con hilo dental fue eficaz para proteger a los ratones contra una infección de gripe posterior .
Se realizaron más pruebas en voluntarios humanos utilizando un tinte en lugar de una vacuna, ya que los ensayos clínicos aún están lejos. La cantidad de tinte que alcanzó el objetivo de la encefalitis japonesa mediante el uso de hilo dental fue suficiente para sugerir que esto realmente podría funcionar también en nosotros.
“Estos hallazgos establecen la vacunación con hilo dental como una estrategia simple y sin agujas que mejora la administración de la vacuna y la activación inmunitaria en comparación con los métodos de inmunización mucosa existentes”, escriben los investigadores.
No es la primera vez que los científicos han ido más allá de la limpieza exhaustiva que realiza el hilo dental. A principios de este año, una investigación demostró que el hilo dental también podría adaptarse para medir los niveles de estrés en el cuerpo, lo que podría ofrecer a los médicos otra herramienta de diagnóstico útil.
As well as being potentially less scary for those with a phobia of needles, floss-based vaccines would be easier to transport and store. Doctors and nurses wouldn’t be needed to administer them, and they could even be delivered in the post – a real advantage in the case of pandemics such as COVID-19.
Researchers have previously tried to deliver vaccines orally under the tongue and in the cheek, but not enough of the vaccine penetrates the tissue into circulation. While there’s still a lot of work to do with this new approach, the potential is clear.
“Due to drawbacks associated with injectable vaccines, such as pain and needle phobia, potential transmission of blood-borne pathogens from unsafe injection practices and the limited activation of mucosal immunity, there is a need for alternative approaches for vaccine delivery,” write the researchers.