El mercado mexicano de productos biológicos alcanzará un valor de más de US$2,268.76 millones para 2033 | Astute Analytica

El mercado mexicano de productos biológicos prospera gracias a la demanda, impulsada por la exportación, de productos libres de residuos destinados a mercados internacionales de alta gama. Los bioestimulantes microbianos predominan mediante aplicaciones foliares, mejorando la resiliencia y la calidad de los cultivos de frutas y hortalizas. Las deficiencias en infraestructura dificultan la eficiencia de la distribución a pesar de las sólidas inversiones que transforman la capacidad de producción a nivel nacional.

Chicago, 22 de julio de 2025 (GLOBE NEWSWIRE) — El mercado de productos biológicos en México se valoró en US$ 853,46 millones en 2024 y se espera que alcance los US$ 2.268,76 millones para 2033, creciendo a una CAGR del 12,16% durante el período de pronóstico 2025-2033.

En enero de 2021, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) promulgó la NOM-232-SSA1, la primera norma que clasifica formalmente a los consorcios microbianos como insumos de bajo riesgo para la protección de cultivos. La norma reduce el tiempo de revisión de expedientes de veintiséis a catorce meses y elimina la duplicación de ensayos de ecotoxicidad cuando las cepas ya figuran en el catálogo nacional de biofertilizantes. Esta aceleración ha atraído a formuladores medianos de Jalisco y Guanajuato, mientras que empresas globales como Koppert y Certis han abierto oficinas de cumplimiento específicas en la Ciudad de México. Su proyecto piloto conjunto con el estado de Sinaloa transformó un tratamiento de semillas basado en Bacillus de la fase de laboratorio a la superficie comercial en tan solo diecinueve meses, un cambio de rumbo previamente impensable. Los primeros datos de campo indicaron una fuerte supresión de nematodos y estabilidad en el rendimiento.

El impulso regulatorio se extendió por todo el mercado mexicano de productos biológicos, ya que los laboratorios públicos se asociaron con el CONACYT para acelerar el descubrimiento de cepas autóctonas. Para 2024, el Centro Nacional de Recursos Genéticos de Guanajuato había secuenciado 1300 aislados de endófitos de chile, aguacate y maíz, creando una base de datos pública que las empresas pueden licenciar por menos de 6000 dólares estadounidenses por cepa. Este modelo de acceso reduce las barreras de entrada para las empresas emergentes, a la vez que construye una cartera de productos que cumple con los límites de residuos exigidos por los clientes de exportación. En combinación con el protocolo sanitario de importación para bioestimulantes guatemaltecos, estas medidas posicionan al mercado mexicano de productos biológicos para una gama diversificada de productos, ciclos de innovación más cortos y una trazabilidad más sólida que resuena en los supermercados nacionales y norteamericanos.