25 de julio (UPI) — Together , en cines el viernes, tiene una premisa ingeniosa, pero se demora en llegar a lo bueno. Alison Brie y Dave Franco están a la altura de las circunstancias al presentar el terror, pero la película tarda demasiado en llegar a sus extremos macabros.
Brie y Franco, quienes se casaron en 2017 , interpretan a Millie y Tim, una pareja que se muda a las afueras para el nuevo trabajo de ella como maestra. Durante una excursión, caen en una cueva y beben agua, lo que provoca su fusión.
Cuando despiertan con las piernas fusionadas, solo les duele un poco separarlas. Sin embargo, la atracción mutua se intensifica y resulta incómoda, y es difícil separarlas.
Si bien una combinación de maquillaje protésico y efectos visuales logra la fusión de la carne, son las actuaciones de los actores las que convencen a la audiencia de que Millie y Tim están sufriendo.
Los cuerpos de Brie y Franco se retuercen mientras su dolencia los une. Cuanto más entrelazados están sus vínculos, más deben castigarse para separarse.
Cuando las actuaciones alcanzan ese nivel, parecen Bruce Campbell en Evil Dead 2, dispuesto a cortarse la mano poseída con una motosierra. Desafortunadamente, esos momentos son escasos.
Aunque es necesario explorar algunos de los problemas de relación entre Tim y Millie que la crisis agrava, esa parte de la película podría ser más eficiente. Los problemas de la pareja son bastante básicos.
Tim sigue intentando que su carrera musical prospere y le tiene fobia al compromiso por mudarse con Millie. Es lo más genérico que se puede encontrar en las películas de relaciones.
A Millie le va un poco mejor, pues Brie evita el cliché de la pareja dominante que da ultimátums. Pero, claro, parece ajena a la evidente incomodidad de Tim o delirante al ignorar las señales de alerta.
La fotografía también se excede al representar la atracción magnética que Tim y Millie luchan por resistir. Al guionista y director Michael Shanks le encanta girar la cámara al revés, y después de varias tomas así, ya es suficiente.
El hecho de que Franco y Brie estén casados parece contribuir a su comodidad al representar las situaciones físicas juntos. Los actores solteros podrían actuar, sin duda, pero da la sensación de ser una pareja que se divierte abrazándose.
Los momentos de terror extremo sin duda provocarán reacciones viscerales en los espectadores. Lamentablemente, esos momentos están rodeados de un drama sentimental muy banal.