Hace un año, el delantero Jackson Blake llegó al campo de entrenamiento de pretemporada de los Carolina Hurricanes listo para luchar por un lugar en el roster como novato.
Blake se ganó el puesto, un lugar en la alineación, se ganó la confianza del entrenador Rod Brind’Amour y tuvo una sólida primera temporada en la NHL. Esto también le valió una extensión de contrato de ocho años por $45 millones.
La extensión, anunciada el jueves por la noche por los Canes, comienza con la temporada 2026-27 y le pagará a Blake un promedio de $5.625 millones por temporada.
“Jackson tuvo una temporada de novato excepcional, y creemos que apenas está comenzando a desarrollarse como jugador”, declaró el gerente general de los Canes, Eric Tulsky, en un comunicado. “Su tenacidad con el disco y su competitividad encajan con la cultura de nuestro equipo y estamos entusiasmados con su futuro en el club”.
Blake, de 21 años, dio el desafiante paso del hockey universitario a la NHL la temporada pasada. Marcó 17 goles y 17 asistencias, empatando el liderato del equipo en goles ganadores (6) y terminando segundo en valoración positiva/negativa (+10).
En 15 juegos de playoffs de la Copa Stanley, Blake tuvo tres goles y tres asistencias cuando los Canes llegaron a la final de la Conferencia Este.
“Sin duda, es un juego más rápido de lo que estoy acostumbrado y me he estado adaptando a eso”, dijo Blake durante la temporada. “Creo que puedo aportarle un impulso ofensivo a este equipo, una chispa”.
Blake fue seleccionado por Carolina en la cuarta ronda del draft de la NHL de 2021 y jugó la temporada 2024-25 en Dakota del Norte como estudiante de segundo año. Hijo del exdelantero de la NHL Jason Blake, Jackson debutó en la NHL el 16 de abril de 2024 contra los Columbus Blue Jackets en el último partido de la temporada regular.
Con 1,80 m y 80 kg, Blake no dejó que su tamaño le impidiera jugar en primera línea. Su astucia y audacia impresionaron a sus compañeros y entrenadores, y Brind’Amour lo utilizó en todas las posiciones de la alineación y en el power play.
“Puede encontrar la red de muchas maneras diferentes”, dijo el delantero Seth Jarvis.