El mundo del entretenimiento está de luto por la muerte de Malcolm-Jamal Warner, el talentoso actor y músico más conocido por su icónico papel como Theo Huxtable en la revolucionaria comedia de los 80 The Cosby Show. Warner falleció inesperadamente en su casa de Los Ángeles a los 53 años, dejando un legado que abarcó la actuación, la música, la dirección y el activismo. Representantes de la familia confirmaron la noticia pero no revelaron la causa de la muerte, pidiendo privacidad durante este difícil momento.
Warner cautivó por primera vez el corazón de Estados Unidos como el adorable Theo Huxtable, el único hijo de Cliff y Clair Huxtable en The Cosby Show. El papel le valió una nominación al Emmy cuando tenía solo 16 años y lo convirtió en uno de los jóvenes actores más reconocibles de su generación. Aunque el legado del programa se complicó en años posteriores debido a los problemas legales de Bill Cosby, Warner a menudo hablaba sobre lo orgulloso que estaba de la representación positiva que la familia Huxtable brindó a la comunidad afroamericana durante la transmisión del programa entre 1984 y 1992.
Más allá de su fama infantil, Warner deliberadamente construyó una carrera diversa que desafiaba la trayectoria típica de las estrellas infantiles. Protagonizó la comedia Malcolm & Eddie junto a Eddie Griffin a fines de los 90, apareció en roles dramáticos en programas como Sons of Anarchy y The Resident, y se convirtió en un rostro familiar en la franquicia de películas American Pie. Detrás de cámara, dirigió episodios de numerosas series de televisión, incluyendo The Fresh Prince of Bel-Air, All That y Key & Peele, ganando respeto por su visión creativa.
La música siguió siendo la otra gran pasión de Warner. Un consumado bajista, lideró la banda de jazz/funk Miles Long y colaboró con artistas como Robert Glasper. Su álbum de 2022 Love and Other Social Issues combinó música con poesía hablada, mostrando sus talentos como músico y comentarista social. Warner usó frecuentemente su plataforma para abordar temas de justicia racial e igualdad, participando en protestas de Black Lives Matter y abogando por la reforma policial.
En los últimos años, Warner había estado trabajando en Reconstructing Theo, un documental que examinaba el impacto cultural de su personaje más famoso. Hace apenas un mes, habló en un festival de televisión sobre los desafíos y recompensas de estar permanentemente asociado con un papel que interpretó por primera vez cuando era adolescente. “Theo me abrió puertas”, reflexionó, “pero he pasado mi carrera atravesándolas y creando mi propio camino”.
Los homenajes han llegado de compañeros de reparto, músicos y fanáticos. Phylicia Rashad, quien interpretó a su madre en la televisión, llamó a Warner “un alma hermosa que pasó de ser un joven actor notable a un hombre aún más notable”. Su compañera de The Cosby Show, Keshia Knight Pulliam, lo recordó como “el hermano mayor que todos desearían tener, tanto en la pantalla como fuera de ella”.
Warner es sobrevivido por su madre y varios familiares cercanos. Los planes para los servicios conmemorativos aún no se han anunciado. Su muerte marca la pérdida no solo de un talentoso artista, sino de alguien que navegó exitosamente los desafíos de la fama infantil para convertirse en una respetada fuerza creativa multidisciplinaria.