SYDNEY: Los esfuerzos para poner fin al implacable asedio de Gaza se han visto obstaculizados por el abrupto final de las conversaciones de paz en Qatar .
Tanto Estados Unidos como Israel han retirado sus equipos negociadores, acusando a Hamás de “falta de voluntad de alcanzar un alto el fuego”.
El enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump, Steve Witkoff, afirma que, al parecer, Hamás nunca quiso un acuerdo: «Si bien los mediadores han hecho un gran esfuerzo, Hamás no parece estar coordinado ni actuar de buena fe. Ahora consideraremos alternativas para traer a los rehenes a casa e intentar crear un entorno más estable para la población de Gaza».
Este decepcionante acontecimiento coincide con crecientes temores de una hambruna generalizada en Gaza y una decisión histórica de Francia de reconocer formalmente un Estado palestino .
El presidente francés, Emmanuel Macron, afirma que no hay alternativa por el bien de la seguridad en Oriente Medio: «Fiel a su compromiso histórico con una paz justa y duradera en Oriente Medio, he decidido que Francia reconozca al Estado de Palestina».
¿Qué significarán estos acontecimientos para el conflicto en Gaza y la seguridad en general del Medio Oriente?
CATÁSTROFE HUMANITARIA
El fracaso en alcanzar una tregua significa que no se vislumbra el fin del asedio israelí a Gaza, que ha devastado el territorio durante más de 21 meses.
Ante el creciente temor a una hambruna masiva, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, afirma que Gaza se encuentra en medio de una “catástrofe humanitaria”. Insta a Israel a cumplir de inmediato con sus obligaciones en virtud del derecho internacional: “La negación de ayuda por parte de Israel y el asesinato de civiles, incluidos niños, que buscan acceso a agua y alimentos no pueden defenderse ni ignorarse”.
Según la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados de Palestina (UNRWA), más de 100 personas, la mayoría niños, han muerto de hambre. Uno de cada cinco niños en la ciudad de Gaza sufre desnutrición, y el número de casos aumenta cada día.
El Comisionado General Philippe Lazzarini dice que con la poca ayuda alimentaria que entra a Gaza, la gente “no está ni muerta ni viva, son cadáveres andantes… la mayoría de los niños que nuestros equipos están viendo están demacrados, débiles y en alto riesgo de morir si no reciben el tratamiento que necesitan urgentemente”.
La ONU y más de 100 grupos de ayuda culpan al bloqueo israelí de casi toda la ayuda al territorio por la falta de alimentos.
Lazzarini afirma que la UNRWA tiene 6.000 camiones con suministros de emergencia esperando en Jordania y Egipto. Insta a Israel —que sigue culpando a Hamás de los casos de desnutrición— a permitir la entrada de la ayuda humanitaria a Gaza.
PROPUESTA DE ACUERDO DE ALTO EL FUEGO
Según se informa, la última propuesta de alto el fuego estaba cerca de ser acordada por ambas partes.
Incluía una tregua de 60 días, durante la cual Hamás liberaría a 10 rehenes israelíes vivos y los restos de otros 18. A cambio, Israel liberaría a varios prisioneros palestinos y se incrementaría significativamente la ayuda humanitaria a Gaza.
Durante el alto el fuego, ambas partes entablarían negociaciones para lograr una tregua duradera.
Aunque los detalles específicos de los puntos conflictivos actuales siguen sin estar claros, declaraciones anteriores de ambas partes sugieren que el desacuerdo se centra en lo que seguiría a cualquier cese del fuego temporal.
Según informes, Israel busca mantener una presencia militar permanente en Gaza para permitir una rápida reanudación de las operaciones si es necesario. En cambio, Hamás exige una vía hacia el cese total de las hostilidades.
La falta de confianza mutua ha empañado dramáticamente las negociaciones.
Desde la perspectiva de Israel, cualquier alto el fuego no debe dar como resultado que Hamás recupere el control de Gaza, ya que esto permitiría al grupo reconstruir su poder y potencialmente lanzar otro ataque transfronterizo.
Sin embargo, Hamás ha reiterado su disposición a ceder el poder a cualquier otro grupo palestino que busque un Estado palestino basado en las fronteras de 1967. Esto podría incluir a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna Cisjordania y reconoce a Israel desde hace tiempo.
APOYO A UN ESTADO PALESTINO
Los líderes israelíes han expresado ocasionalmente su apoyo verbal a un Estado palestino. Sin embargo, han descrito dicha entidad como “menos que un Estado” o “un Estado-menos”, una formulación que no cumple ni las aspiraciones palestinas ni los estándares legales internacionales.
En respuesta al empeoramiento de la situación humanitaria, algunos países occidentales han decidido reconocer plenamente un Estado palestino, considerándolo un paso hacia una solución permanente de uno de los conflictos más prolongados en Oriente Medio.
El anuncio de Macron de que Francia reconocerá oficialmente un Estado palestino pleno en septiembre es un avance importante.
Francia es ahora la potencia occidental más destacada en adoptar esta postura. Sigue a más de 140 países —incluidos más de una docena en Europa— que ya han reconocido su condición de Estado.
Si bien es en gran medida simbólica, la medida añade presión diplomática sobre Israel en medio de la actual guerra y crisis de ayuda en Gaza.
Sin embargo, el anuncio fue inmediatamente condenado por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien afirmó que el reconocimiento “premia el terrorismo” y “corre el riesgo de crear otro representante iraní, como ocurrió en Gaza. Un Estado palestino en estas condiciones sería una plataforma de lanzamiento para aniquilar a Israel, no para vivir en paz junto a él”.
¿ANEXIÓN DE GAZA?
Un Estado palestino es inaceptable para Israel.
Recientemente se presentó más evidencia en una reveladora entrevista televisiva del ex primer ministro israelí Ehud Barak, quien afirmó que Netanyahu había empoderado deliberadamente a Hamas para bloquear una solución de dos Estados.
En cambio, hay cada vez más pruebas de que Israel está tratando de anexar la totalidad de la tierra palestina y reubicar a los palestinos en países vecinos.
Dada la incertidumbre actual, parece poco probable que se alcance un nuevo alto el fuego en el futuro cercano, especialmente porque no está claro si la retirada de Estados Unidos de las negociaciones fue un verdadero cambio de política o simplemente una táctica de negociación estratégica.