Desde US Steel y Heinz hasta Clark Bar y Iron City Beer, Pittsburgh tiene muchas marcas e inventos mundialmente famosos.
Los habitantes del suroeste de Pensilvania suelen ser extremadamente dedicados a su herencia de marca.
Tomemos como ejemplo Iron City Beer, que ha sido una de esas marcas supervivientes de Pittsburgh desde hace mucho tiempo.
Ha estado saciando tu sed desde 1861. Ese es el inicio de la Guerra Civil y el tiempo durante el cual Iron City Beer ha sido parte del orgulloso tejido de Pittsburgh.
“Vengas de donde vengas, si hay una institución o empresa que lleva tanto tiempo en activo, lo llevas en la mano. Te sientes orgulloso. Dices: ‘Soy de Pittsburgh, ahí es donde se fabrica Iron City'”, dijo Rachel Gill, directora de marketing de Pittsburgh Brewing Company.
Creado, embotellado y enviado desde aquí, a unos 20 minutos del centro, subiendo por la Ruta 28.
Se ha mudado varias veces y ha pasado por varios propietarios.
El último propietario, el número 6 para ser exactos, compró la marca completa hace siete años y se toma muy en serio la conservación de su longevo y querido legado.
En 2018, retrocediendo un poco, fue cuando entró Cliff Forrest. Es un hombre local, dueño de una empresa de minería de carbón, que es su startup, pero compró Pittsburgh Brewing Company porque quería que Pittsburgh recuperara su cervecería, relató Gill.
Chuck Puckett es el historiador de la compañía. Ha mostrado todo tipo de recuerdos del pasado, un pasado rico en la personalidad que hizo famosa a Iron City, tanto entonces como ahora.
“Realmente apela a la ética laboral que prevalece en la zona de Pittsburgh”, dijo Puckett. “Ya desde el siglo XIX, era imprescindible tomar una buena cerveza para saciar la sed de un trabajador, ya fuera minero, siderúrgico o obrero”.
Para llegar a la actualidad, la semana pasada, los trabajadores comenzaron a elaborar su Block House Pumpkin Ale. Con fecha de lanzamiento prevista para el próximo mes, es la cerveza de calabaza más vendida en el oeste de Pensilvania.