El Ejército de Liberación Baluchis (BLA) afirmó que sus miembros mataron al menos a siete soldados pakistaníes durante un enfrentamiento militar de tres días en la región montañosa de Noshki, en el que cuatro combatientes del BLA perdieron la vida. El grupo también informó de la muerte de otro combatiente que había resultado gravemente herido en un asalto anterior en Surab, según el informe de The Balochistan Post (TBP).
Un comunicado del portavoz del BLA, Jeeyand Baloch, indicó que el ejército pakistaní inició una importante ofensiva el 19 de julio en la zona de Noshki, utilizando helicópteros y drones como apoyo. En represalia, combatientes del BLA llevaron a cabo operaciones de combate en diversos lugares para obstaculizar el avance militar, informó TBP.
El portavoz señaló que los enfrentamientos más feroces se produjeron en un lugar conocido como Sheshari, donde ambos bandos se enfrentaron en un combate cuerpo a cuerpo que duró dos días. El BLA alega que siete comandos especiales murieron y muchos otros resultaron heridos. El grupo admitió que cuatro de sus combatientes murieron durante este conflicto. El BLA se comprometió a proseguir su lucha armada con mayor vigor y expresó su dedicación a la causa de la liberación nacional, según reveló el informe de TBP.
El ataque del BLA contra las fuerzas pakistaníes forma parte de una prolongada insurgencia en Baluchistán, donde grupos separatistas han luchado por una mayor autonomía y el reconocimiento de los derechos de los baluchis. El conflicto se ha intensificado en los últimos años, con ataques contra militares, paramilitares e instalaciones gubernamentales.
Estas facciones sostienen que el pueblo baluchi está siendo marginado y explotado por el gobierno federal, en particular debido a los ricos recursos naturales de la región. En respuesta, el ejército pakistaní ha llevado a cabo operaciones de contrainsurgencia para sofocar la rebelión. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han alertado sobre las denuncias de desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales y uso excesivo de la fuerza durante estas operaciones.
Los informes han sacado a la luz el grave problema de las desapariciones forzadas, con activistas y civiles presuntamente detenidos sin los procedimientos legales adecuados. Además, los métodos de mano dura del ejército también están siendo objeto de escrutinio.
Los defensores de los derechos humanos han declarado que estas acciones crean un clima de miedo e inestabilidad, ampliando aún más la brecha entre el gobierno paquistaní y la población baluchi.